Pronósticos cumplidos y alguna sorpresa
Ganador en vanas de las votaciones previas entre especialistas, entre ellas, del Globo de Oro, Forrest Gump, el multimillonario filme de Robert Zemeckis es un favorito claro: sus 13 candidaturas, tantas como Lo que el viento se llevó, por poner un ejemplo, lo sitúan desde ahora a la cabeza de todas las apuestas para las tradicionales concesiones de estatuillas del tío Oscar. No puede ser de otra manera: es la película sobre un americano bueno que gusta a todo americano bien nacido. Su suave patriotismo, su supuesto tono crítico, tan visible como inocuo, y la competencia profesional de su factura final lo elevan a un Olimpo que será definitivo en la ceremonia de marzo.No extrañan, pues, las selecciones a mejor director, película, actor principal -para Tom Hanks, que ya lo ganó el pasado año: es un leve contratiempo- y secundario para Gary Sinise, el mutilado amigo de Gump. Tampoco deben extrañar las propuestas para Quiz Show, cuarta realización de Robert Redord, filme engagé de un hombre con enorme prestigio personal en Hollywood, para película y director, ni las candidaturas como mejor actor para el gran Paul Newman por Nobody's Fool y para un resucitado John Travolta.
Pulp fiction es, en cierta forma, una limitada sorpresa: seis candidaturas: a película, director, actores principal y secundario -Samuel L. Jackson, impresionante-, actriz secundaria y el prodigio de guión que firma Tarantino, para un filme particularmente violento parecen muchas propuestas. Pero la Academia no parece la misma en los últimos tiempos: no hace tanto se llevó el gato al agua El silencio de los corderos. Y su héroe era un caníbal.
Despilfarros
Las menciones a películas humildes y de bajo presupuesto, como 4 bodas y un funeral, de Mike NeweIl, la aquí inédita The Shwashank Redemption, de Frank Darabont, o para ese prodigio que es Balas sobre Broadway, de Woody Allen, son el tradicional reconocimiento a que, en medio de los despilfarros habituales de la industria, conviene mirar en tiempos de crisis hacia películas hechas con buenas ideas y poco dinero.
Tampoco falta esta vez el apartado de las sorpresas. La mayor, mayúscula dadas las actuales relaciones entre Cuba y Estados Unidos, es la candidatura para la espléndida Fresa y chocolate, de Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabio. Tendrá dura competencia la película bosnio-británica Before the rain de Milcho Marchevski, ganadora en Venecia; en Eat, drink, man, woman, del taiwanés Ang Lee, y en Farinelli, del belga Gerald Corbiau, la película europea culta del año. Y otra sorpresa, y no pequeña, es la doble candidatura para Rojo.
