Boris Yeltsin purga el Ejército por los desastres de la campaña en Chechenia

El presidente ruso, Borís Yeltsin, comenzó ayer la purga entre los militares con la destitución de dos viceministros de Defensa, mientras en las primeras páginas de dos prestigiosos diarios continuaban las especulaciones sobre la inminente caída del titular de Defensa, Pável Grachov. Entre los que cesaron ayer, Gueorgui Kondrátiev había criticado duramente la intervención de las tropas rusas en Chechenia. Fuentes militares de un hospital de Rostov del Don, donde los cadáveres son identificados, elevan a 5.000 el número de soldados rusos muertos en el Cáucaso.El presidente Yeltsin firmó ayer un decreto por el cual destituyó a Gueorgui Kondrátiev y a Matvéi Burlakov de sus puestos de viceministros de Defensa. Ambos generales desde hace algún tiempo se balanceaban en la cuerda floja y su caída no fue una sorpresa. Burlakov, ex comandante de las tropas rusas en Alemania, fue suspendido de su cargo el año pasado después de una serie de denuncias sobre corrupción aparecidas en la prensa. Kondrátiev es uno de los generales que se ha opuesto a la participación del Ejército en el conflicto checheno. Al igual que Borís Grómov, otro viceministro de Defensa que aunque todavía conserva su puesto se ha quedado casi sin trabajo, Kondrátiev opina que los militares no deben ser usados para resolver problemas internos, ya que es tarea de las tropas del Ministerio del Interior.

Los periódicos liberales, entretanto, analizaban ayer cuáles son los posibles sucesores de Grachov, cuya destitución consideran inminente. Izvestia insistía en la necesidad del Gobierno de encontrar a. quién culpar por la sangrienta guerra en Chechenia "El general [Dzojar] Dudáiev, [el líder checheno], aunque sin juicio ya ha sido calificado de delincuente, no puede desempeñar el papel de único culpable de los sangrientos acontecimientos escribe el diario progresista.

El que tiene mayores posibilidades de ocupar el sillón de Grachov es el general Andréi Nikoláiev, actualmente director del Servicio de Guardafronteras. Nikoláiev, según Izvestia, ha rechazado este cargo ya en dos oportunidades y es posible que lo vuelva a rechazar, pues si quiere continuar su carrera militar no se debería comprometer con un Gobierno al que le queda año y medio de vida, con pocas probabilidades de ganar las próximas elecciones.

Una de las más serias críticas que se le hacen a Grachov en la guerra de Chechenia es que creyó que sería un simple paseo. por el Cáucaso y que se lanzó a la aventura con tropas no preparadas. De ahí el gran número de bajas que los rusos han sufrido. Ayer el jefe del Estado Mayor General, Mijaíl Kolésnikov, dijo que desde el comienzo del conflicto han perecido 1.020 soldados. Sin embargo, militares que trabajan en el hospital de Rostov del Don, adonde llegan los cadáveres para ser identificados,, calculan que las bajas rusas son más de 5.000. A estas cifras hay que añadir los combatientes chechenos muertos -más de 6.000, según los rusos- y los civiles. La Comisión de Derechos Humanos de Serguéi Kovaliov ha hecho una lista de 25.000 civiles muertos, basándose en declaraciones de los refugiados.