Walesa acepta que un ex comunista sea primer ministro

El presidente polaco, Lech Walesa, declaró ayer, a través de su portavoz, que aceptaba la candidatura del ex comunista Jozef Oleksy, al cargo de primer ministro, tras la salida del jefe del Partido Campesino Polaco, Waldemar Pawlak. La crisis política provocada por Walesa, quien desea mejorar su imagen ante las presidenciales del próximo otoño, está, sin embargo, lejos de terminar.Walesa habría exigido a Oleksy el nombramiento de sus candidatos a los cargos de ministro del Interior, Defensa y Exteriores, aunque no tiene ningún instrumento legal para exigir tal cosa a Oleksy, como no lo ha tenido para forzar en la coalición gubernamental -formada por los ex comunistas y los agrarios, que disponen de dos tercios de los votos en el parlamento- la caída de Pawlak. Pero bastaron las amenazas de la disolución del Parlamento y puede suponerse que el jefe del Estado seguirá utilizando este argumento aunque no existe ninguna base legal para que disuelva las Cámaras.

Jozef Oleksy, hasta ahora presidente de la Dieta (Cámara baja del Parlamento), se enfrentará no sólo a Walesa sino también a sus socios de la coalición del Partido Campesino Polaco, furiosos por la dimisión de su líder, Waldemar Pawlak, jefe de Gobierno desde otoño de 1993. Su cese fue acordado en la noche del martes bajo la enorme presión de Walesa.

Ayer Oleksy inició las consultas políticas. Su objetivo es formar un nuevo Gobierno. Según fuentes próximas a los ex comunistas, además de Pawlak, tendrán que abandonar el Gobierno varios ministros, próximos al ex primer ministro, acusados por los medios de comunicación de corrupción o ineptitud.

Si Oleksy, de 48 años de edad y con experiencia en el aparato comunista, no logra construir el Gabinete a causa de la obstrucción del Partido Campesino Polaco, la cúpula de la Socialdemocracia se enfrentará a la siguiente alternativa: o aceptar que Pawlak (o alguien de su partido) continúe en el puesto de primer ministro o salir de la coalición y abrir a Walesa el camino para la disolución legal del Parlamento.