Intento desesperado de Ecuador para ganar el apoyo de los mediadores

Sixto Durán-Ballén, el septuagenario presidente ecuatoriano, recorrió ayer más de 3.600 kilómetros en una maratoniana visita diplomática a los presidentes de Brasil, Fernando Henrique Cardoso; Argentina, Carlos Menem, y Chile, Eduardo Frei Ruiz Tagle. Los tres escucharon el intento desesperado de su homólogo ecuatoriano para no quedar como el agresor en el conflicto. Durán-Ballén procuró convencerles de la necesidad de una pronta reunión en Brasilia de los países mediadores, donde debería pactarse la "fórmula equitativa" que no se alcanzó, a juicio de Ecuador, en Río de Janeiro.

El presidente ecuatoriano expuso sus argumentos de madrugada en el Palacio de Alvorada de Brasilia, por la tarde en la Casa Rosada de Buenos Aires y avanzada la noche en la Casa de la Moneda de Santiago de Chile. A los tres mandatarios de los países garantes del Protocolo de 1942 les pidió apoyo en tres cuestiones: reanudar la vía diplomática en Brasilia, comprender que la solución propuesta en Río no era "una fórmula suficientemente equitativa" como para ser aceptada por Ecuador y rechazar que sean sus tropas las agresoras en el conflicto."Ecuador no está dispuesto a perder sus derechos", subrayó Durán-Ballén por la mañana en Brasilia tras entrevistarse con Fernando Hernique Cardoso. Según dijo, éste escuchó durante casi dos horas los argumentos del Gobierno de Quito. Por la tarde, tras llegar a Buenos Aires, el titular de Exteriores argentino, Guido Di Tella, sentenció que las posiciones de Perú y Ecuador son "irreconciliables", porque "hay agravios históricos que tienen que ser recompensados". Durán-Ballén dijo en Buenos Aires que su país "no rehusa una disposición para el alto el fuego".

Perú tampoco abandonó ayer la guerra de declaraciones. El presidente Alberto Fujimori destacó que el fracaso de las conversaciones es sólo achacable a la negativa de Ecuador a aceptar la propuesta de los garantes. "Lamentablemente, cuando todo estaba listo no hubo una respuesta favorable de Ecuador", subrayó Fujimori. Con todo, su viceministro de Exteriores, Eduardo Ponce, que estuvo presente en las fallidas conversaciones de Río, aclaró que su país acepta mantener "un diálogo permanente a medio plazo" con Ecuador sobe el problema fronterizo.

El ministro de Asuntos Exteriores peruano, Efraín Goldemberg, aseguró en Lima que las leyes internacionales están del lado de Perú y, que fueron las tropas de Ecuador quienes tomaron tres bases en el territorio peruano de la Cordillera del Cóndor.

Y esas bases, según fuentes militares de Perú, están siendo recuperadas por las tropas limeñas. Fuentes oficiales peruanas aseguraron anoche que la base de Tiwintza, el último bastión de las fuerzas ecuatorianas en la zona fronteriza, cayó definitivamente de sus soldados. Las mismas fuentes afirman que el Ejército ecuatoriano ya ha perdido los puestos denominados Cueva de los Tayos y Base Sur, que los peruanos ubican en su territorio. Pero fuentes militares ecuatorianas rechazan que sus tropas hayan sido expulsadas de tales bases fronterizas.

Ambas partes sólo coinciden en destacar lo encarnizado de los combates que dicen se desarrollan cuerpo a cuerpo, en medio de continuas emboscadas y en un terreno altamente minado y el reducido número de bajas cuando ya se cumplen 12 días de enfrentamientos. Los soldados peruanos justifican la escasa presencia de aviones y helicópteros en la zona porque "los invasores" se "ocultan bajo los árboles".

Fuentes militares ecuatorianas reconocen 10 muertos y dos desaparecidos como parte total de bajas. Oficialmente Perú admite 22 muertos. Otras fuentes no identificadas, elevan estas cifras a dos centenares en ambos bandos.