Carole Bouquet dirigirá una película "sobre la adicción al amor"

De todo lo que se escribe sobre ella, Carole Bouquet dice que la fantasía más mentirosa es la de su imagen "fría, callada, elegante, perfécta". Una imagen que la sigue desde que debutó con Buñuelen Ese oscuro objeto del deseo. Ayer se estrenó Mala fama, en la que Carole Bouquet interpreta a Carole Bouquet, pero en su faceta cómica, íntima, cálida y sensual. La actriz tiene ya productor para dirigir una película "sobre la adicción al amor".

Por si fuera poco la elegancia de su cara y de sus movimientos, destacan las manos. Al, contrario que otras actrices de físico extraordinario pero con manos pequeñas o chatas, como Demi Moore o Kim Basinger, a Carole Bouquet la envidiaría cualquier pianista. Lleva anillos de Chanel; viste de negro con una camiseta roja escotada; el pelo corto la endurece pero su miopía la aproxima. A los 35 años, va camino de la perfección: "No hago nada para cuidarme, y sí muchas cosas que no debo. Fumo y bebo mucho. No creo que se pueda luchar contra el tiempo".Sigue actuando como "embajadora" de Chanel número 5. En 1986 rodó en un desierto de Estados Unidos, a las órdenes de Ridley Scott, un célebre anuncio publicitario para- esa firma. En las revistas, una de sus manos abraza el frasco de un perfume que ella dice que no se pone para dormir: "No soy una modelo. Depardieu también hace publicidad. Él como actor, yo como actriz. Veo que muchas jóvenes sueñan con ser modelos, y no me parece algo agradable a lo que aspirar. Nunca soñé con ello. De todas formas, uso mi cara y mi fama para Chanel. Cuando firmé el contrato, estuve firme para que de ninguna manera pudieran producirse interferencias en mi trabajo como actriz. Pero eso no les importa, la imagen es lo suficientemente fuerte".

Un aspecto de esa imagen, la frialdad, es precisamente lo que ella niega. "No tiene nada que, ver conmigo", afirma. "En Francia, cada dos años, dicen: 'es diferente', 'ha cambiado', pero siguen escribiendo lo mismo. Es sólo una imagen, transmitida por las portadas. No soy así cuando salgo a la calle, a la compra, al colegio de mis hijos".

En Mala fama (dirigida e interpretada por el comediante Michel Blanc y que por su chauvinismo recibió durísimos ataques de la prensa francesa en el pasado festival de Cannes), la presencia de Bouquet es lo más destacable. El guión fue escrito para ella y, tras una primera lectura:, le pidió a Blanc que fuera más lejos con la desmitificación. Así, Carole Bouquet (personaje de comedia) le pide ardientemente al feo y bajito Michel Blanc que le haga el amor como si soplara el monzón. "Lo encuentro muy atractivo", dice refiriéndose a Blanc. "Para mí, lo que cuenta es la inteligencia, no el tamaño o la cantidad de pelo en la cabeza".

Celebridad y pesadilla

La película intenta mostrar cómo la celebridad puede convertirse en pesadilla. "A mí la popularidad no me molesta", comenta Carole Bouquet. "Llevo muchos años siendo famosa en Francia - y tengo una relación muy respetuosa con el público". Ella trata de mantener a sus hijos, de 13 y 7 años, ajenos a su fama. "Si tienes hijos y los usas eso no está bien", afirma. "Mi trabajo es actuar pero. no enseñar a mi familia. Mi trabajo no es mostrar lo que hago en el baño".

,De toda su irregular carrera -desde chica Bond a actriz de Coppola en Historias de Nueva York-, su primera película, con 18 años y la última de Luis Buñuel, sigue siendo la más importante.Un Buñuel al que ella considera misógino, con una visión de la mujer como fuerza diabólica, influido por unas creencias religiosas que sólo concebían dos imágenes femeninas: la virgen o la prostituta. En lo profesional, explica que le enseñó cómo ir a la esencia. "Dejó en mi mente, mi espíritu y mi alma una cualidad, una manera singular de hacer películas". Y Bouquet pretende aplicar esas enseñanzas en su primer largometraja como directo ra. Cuenta que tiene el guión casi escrito: "Es una historia de hombres y mujeres, de relaciones y de amor. De la adicción al amor. Soy adicta al amor".