Marín y Brittan elegidos vicepresidentes de la Comisión Europea

El español Manuel Marín y el británico Leon Brittan fueron elegidos ayer vicepresidentes de la Comisión Europea. La elección se produjo por votación nominal, entre cuatro candidatos: los dos elegidos, el alemán Martin Bangemann (liberal) y la francesa Edith Cresson (socialista).El presidente de la Comisión,Jacques Santer, abrió la sesión sin, avalar una candidatura concreta. Propuso algunos criterios: necesidad de equilibrio geográfico (uno del Norte y otro del Sur, presidente de país pequeño y vicepresidentes de países grandes) e ideológico, y valoración de la antigüedad.

El éxito de Brittan sorprendió, especialmente porque contrastaba con sus tres derrotas más recientes: hace un año sólo obtuvo un voto para la vicepresidencia; su campaña para la presidencia fracasó en favor de Jean Luc Dehaene primero y de Santer después; tampoco pudo conservar la responsabilidad de Europa del Este en el reparto de carteras de Santer. En su éxito han influido algunos apoyos nórdicos y sobre todo el agrupamiento de los conservadores

Marín conserva su cargo de vicepresidente, que ya ejercía en la época de Delors. Aunque en segunda vuelta obtuvo más votos que Brittan, en la primera no, al enfrentarse a una división del voto socialista superior a la del conservador.

Fuentes oficiales de la Comisión aseguraron ayer que el orden de preferencia favorece al español, como comisario más antiguo. Pero, a diferencia de lo que ocurría con el gabinete Delors, los dos vicepresidentes no van numerados, es decir, no hay un primero y un segundo.

Aunque se han cubierto las vicepresidencias, no se ha institucionalizado su figura, al considerarse ese título más un rango que una función. En principio, Marín y Brittan suplirán las ausencias de Santer: ello es importante en una Comisión que funciona muy colegiadamente y en la que el presidente encabeza varios grupos de trabajo internos. Pero no se ha explicitado si esta suplencia alcanza también a las reuniones de los grandes foros internacionales (como el G-7 y la OSCE). También pueden actuar como delegados del presidente, caso por caso.