De cuello para abajo

Este verano, mi hijo de 16 años sufrió un accidente (choque de bicicletas), a consecuencia del cual perdió los dos dientes incisivos centrales, por lo que nos dirigimos al hospital Ramón y Cajal para que fuera atendido en urgencias; hecho lo cual pasamos a informarnos de los pasos a seguir para arreglarle la boca.Primera sorpresa: la Seguridad Social no hace implantes, pero me dicen que existe una ayuda (nueva sorpresa) de 1.000 pesetas para una prótesis.

Dos implantes (dientes fijos) cuestan 600.000 pesetas, y unos dientes postizos (quita y pon), 2.5.000. ¡Dios mío!, si no podemos pagarle unos dientes a mi hijo estará conde nado a lucir su mella para siempre y, lo que es peor, a no poder comer bien y a perder su sonrisa.

Afortunadamente, con la paga extra, con los ahorrillos o pidiendo un crédito, mi hijo tendrá sus dientes fijos, pero yo pregunté en el departamento de cargos de dicho hospital por los niños (o los padres) que no tuviesen medios, y la respuesta que me dieron fue: (¡ojo, que no tiene desperdicio!): la Seguridad Social, en estos momentos, anda mal y no tiene presupuesto (referido a prótesis) más que del cuello para abajo. Yo creo que sería de justicia que lo poco o mucho que hubiera se repartiera para todo el cuerpo... Luego dirán que los españoles no tenemos cabeza-