Los restauradores del patrimonio vanal paro

Franco la creó en 1941 para mayor gloria y engrandecimiento de sus obras megalómanas. Y ese estigma franquista, a pesar de su indudable aportación al mantenimiento dela artesanía, sigue persiguiendo a la Nueva Fundación de Gremios, cuyo futuro, sobre que se cierne el peligro real de desaparión, depende de una firma. En sus manos está, como fundación sin ánimo de lucro,la mayoría de las más importantes tarcus de restauración del patrimonio español. Ellos han restaurado, por ejemplo, los tapices del Palacio Real, que constituyen la mejor colección del mundo.

El Patronato de la Nueva Fundación de Gremios, reunido el pasado martes, decidió el cierre de la institución al no aportar ninguno de sus miembros soluciones a la crisis que viene arrastrando desde hace más de dos años. Dicha decisión no es aún definitiva, porque falta la firma de su presidente, Jesús Viñuales, director general de Bellas Artes, que se encuentra de viaje y no regresa hasta la próxima semana. Ese pequeño paréntesis hace albergar algunas esperanzas a los 95 trabajadores, a los que en este momento se deben seis nóminas, con un total de deuda acumulada de 760 millones de pesetas. En marzo de 1994 ya se les debían dos nóminas (EL PAÍS, 4 de marzo de 1994). '"La situación es insostenible", comenta Antonio Sama, responsable del departamento de restauración. "No sólo no se nos paga, sino que no hay dinero para comprar los mínimos materiales para seguir trabajando".

Concebida como una entidad sin ánimo de lucro, la Nueva Fundación de Gremios alberga talleres de muebles, porcelana, alfombras, tapices, telas y reposteros. Han restaurado, entre otros trabajos, todos los tapices del Palacio Real de Madrid (la principal colección del mundo), así como gran parte de los muebles del mismo palacio, los del también madrileño palacio de Linares y en estos momentos trabajan en la restauración de los tapices de La Seo de Zaragoza, en un proyecto a largo plazo del que se ha realizado la tercera parte y cuya continuidad peligra. "Para conseguir este contrato", señala Antonio Sama, "tuvimos que competir con empresas francesas, belgas, italianas e inglesas".

Entre las tareas de la fundación figura, además del mantenimiento y la conservación de oficios artísticos que de otra manera hubieran desaparecido, la formación de nuevos artesanos.

Memoria histórica

Por todo ello, no tiene mucho sentido aplicarle criterios de estricta rentabilidad económica, ya que, como señalan fuentes vinculadas a la artesanía dentro de la Administración central "un país no se puede permitir el lujo de cerrar un centro como éste. Es un desatino. No es tema exclusivamente industrial y económico: se trata de nuestra memoria histórica. Según ese criterio, cerremos todos los museos, porque tampoco son rentables".

El Patronato de la Fundación de Gremios está compuesto por representantes de los ministerios de Cultura, Economía y Hacienda, Trabajo y Seguridad Social, Educación y Ciencia y Presidencia, así como por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento, Cajamadrid, la Cámara de Comercio y el Patrimonio Nacional. "Ese es nuestro mayor problenía", comenta el responsable de restauración.

Uno de los patronos,Adrián Piera, presidente de la Cámara de Comercio de Madrid, considera que "aparte de llorar, poco más se puede hacer" y recuerda una vez más, el estigma el anterior nombre de Fundación Generalísimo Franco, para afirmar que "ha tenido siempre un sino bastante negro".

Fuentes del Ministerio de Industria se muestran extrañadas de que, siendo el único ministerio que tiene competencias en artesanía, no esté representado. Para dichas fuentes, "el problema de la fundación es estrictamente de gerencia. Existe una responsabilidad grave: por parte de la propia Administración".