Personalidades de todo el mundo lamentan en Sarajevo los mil días de guerra
, Mil días de resistencia al asedio,, bajo las bombas y la actuación de los francotiradores, de destrucción, hambruna y muerte. Mil días bajo la agresión permanente de las armas serbias que apuntan desde las colinas. Sarajevo conmemora estos días los primeros 1.000 días de una guerra que no ofrece indicio de llegar a su fin. Al aniversario han acudido alcaldes y personalidades de todo el mundo, entre ellos Pasqual Maragall y Antoni Farrés, alcaldes de Barcelona y de Sabadell, respectivamente, que llegaron ayer a la capital de Bosnia-Herzegovina.
Unas 240 personas, entre alcaldes, dirigentes políticos, representantes de organizaciones humanitarias o particulares que han trabajado para mantener viva la solidaridad con Bosnia., han acudido al llamamiento efectuado por el Ayuntamiento de Sarajevo. Junto a Maragall han viajado a la ciudad bosnia el eurodiputado por el PSOE José María Mendiluce, buen conocedor de los Balcanes desde su anterior puesto como enviado especial del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), los alcaldes de Varsovia, Budapest, Innsbruck,. Nicosia y Kuala Lumpur; los vicealcaldes de Estocolmo, Teherán, Ankara y Rávena. Son las ciudades que han mostrado una mayor generosidad con Sarajevo y las que han sido sedes olímpicas."Esta es nuestra ciudad. Si es; atacada, también lo somos nosotros. Mientras Sarajevo, no viva en paz, no estaremos tranquilos", dijo Maragall tras asistir a una, plegaria en la mezquita Ferhadija, que se celebró simultáneamente a. otras tres ceremonias religiosas en la catedral, una iglesia ortodoxa y, una sinagoga. Los organizadores; querían mostrar la pluralidad religiosa todavía en vigor en Sarajevo, donde, musulmanes, serbios, croatas y judíos han convivido en. armonía durante siglos.
Asim Metiljevic, portavoz del. alcalde de Sarajevo, describía así los objetivos de la celebración de los mil días del asedio de Sarajevo: "Queremos agradecer a todos estos amigos que nos han ayudado cuando estábamos más solos, y queremos invitarles para que vean con sus ojos lo que ha ocurrido aquí. Hasta dónde ha llegado la destrucción. Para que lleven a sus ciudades sus impresiones de lo que vieron aquí. Confiamos que todo esto sirva para presionar a la comunidad internacional para que acelere la búsqueda de una solución al problema de Bosnia-Herzegovina y, especialmente, el de Sarajevo".
El jueves por la noche, en el acto inaugural celebrado en el Teatro Nacional de Sarajevo, la música clásica, a cargo de la Orquesta Sinfónica de la ciudad, compartió escena con los cantos y danzas modernas de un coro infantil de una cincuentena de niños de la ciudad. Allí mismo, el alcalde de Sarajevo, Tarik Kupusovic, dijo a los asistentes: "Vuestra presencia nos da fuerza para continuar nuestra lucha por los principios universales de la convivencia". "Sarajevo sigue viviendo y resistiendo", pero recordó algunas de las cifras de la tragedia de la ciudad: 10.000 muertos, 1.500 de ellos niños, y 60.000 heridos.
En las afueras de la ciudad, en la carretera que va al aeropuerto, un incidente recordó el jueves que, a pesar de la amplia presencia internacional de estos días, Sarajevo sigue bloqueada por las milicias serbias. Cuatro periodistas que viajaban hacia la ciudad a bordo de un vehículo blindado de los cascos azules ucranios fueron retenidos en un puesto de control serbio. Tras registrar minuciosamente el equipaje comenzaron las amenazas. Los informadores fueron trasladados al cuartel serbio de Ilidza e interrogados durante más de tres horas. Jóan Solés, de Catalunya Rádio; Bennett Hogg, de The Times de Londres; Di Manuela, de il Giorno de Milán, fueron puestos en libertad finalmente tras intensas gestiones de representantes de la ONU. No así el periodista de la radiotelevisión bosnia Namir Berberovic, quien ayer seguía detenido, acusado de propaganda musulmana.
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