El Gobierno aragonés, indignado por la decisión de Energizer de cerrar Tudor

El presidente en funciones del Gobierno aragonés, Ramón Tejedor, expresó ayer el malestar existente en el Ejecutivo regional por la "lamentable actuación" de la multinacional Ralston (fabricante de las pilas Energizer) por su decisión de cerrarse en banda a cualquier tipo de acuerdo que permita mantener los 230 puestos de trabajo de la factoría Tudor, tras su decisión estratégica de trasladar la producción fuera de España.

Los contactos mantenidos en las horas pasadas entre representantes del Gobierno autonómico y los abogados de la empresa norteamericana (el mismo equipo que llevó el cierre de la planta andaluza de Gillette) sólo sirvieron para constatar la decisión "irrevocable" de Ralston de desmantelar la planta zaragozana y no permitir una fabricación competitiva en el sector. También se hizo patente su negativa a aceptar cualquier iniciativa de apoyo económico por parte de as autoridades regionales para mantener los puestos de trabajo.

Tejedor indicó que el Gobierno se va a dirigir a la autoridad laboral competente desvelando los verdaderos motivos del cierre patronal y la viabilidad real de que la actual factoría de pilas secas pueda continuar la producción fabricando el nuevo, producto de características ecológicas (sin contenido de metales pesados) que reclama el mercado. Según un portavoz del Gobierno autonómico, los representantes de Ralston argumentan con la pérdida de 2.400 millones de pesetas la justificación del cierre, aunque esta cantidad imputada a la factoría zaragozana, correspondería en realidad a balances de otras empresas del grupo. Igualmente desde los representantes de los trabajadores se señala que la infrautilización de esta planta esgrimida por la empresa es consecuencia del propio diseño de la producción mantenido por Ralston desde que comprara Tudor hace tres años, cuando aseguró la plena capacitación de los trabajadores para proceder a la fabricación de los nuevos productos.