El programa español Minisat continuará con un satélite de observación de la Tierra

El prototipo del programa de minisatélites españoles (hasta 500 kilogramos de peso) empieza a tomar forma e n las instalaciones de CASA Espacio, impulsado por el INTA (ministerio de Defensa) y en el marco del Plan Nacional de Investigación y Desarrollo. Mientras se construye este Minisat 01 han empezado los estudios de viabilidad, financiados también por el plan nacional, para el siguiente minisatélite del programa. Sería un telescopio, para observar la Tierra desde baja altura, ya que se cree que en los próximos años existirá mayor demanda de estos satélites que de los que actúan como plataformas de experimentos científicos. Una aplicación clara es en defensa, pero también existen aplicaciones en control de urbanismo, medio ambiente, cosechas y catástrofes, entre otras.En paralelo a este proceso de diseñar un satélite de observación, los planes del INTA son ir adelante con una segunda plataforma científica, para la que esperan encontrar clientes al tiempo que prosiguen las conversaciones con la Agencia Europea del Espacio (ESA). para que se tengan en cuenta estos vehículos en los programas europeos.

El otro proyecto tecnológico espacial en el que está inmerso el INTA es el cohete Capricornio, un lanzador para satélites todavía más pequeños. Enrique Trillas, su director general, ya ha pensado en lanzar con él un minimicro, o sea, un satélite que utilice al máximo la miniturización electrónica. Este aparato, en órbita baja casi polar serviría para enviar telecomandos a los aparatos automáticos de la base antártica española.

En el prototipo, el Minisat 01, que costará 1.230 millones de pesetas (sin contar los subsistemas de tierra) se embarcarán tres experimentos científicos, dos internacionales. El primero estudiará mediante un espectrógrafo la radiación en la longitud de onda del extremo ultravioleta en el medio interestelar galáctico. El segundo tiene por objeto observar el comportamiento de puentes líquidos en microgravedad, midiendo microaceleraciones, y el tercero intenta demostrar la tecnología de fabricación de una nueva generación de telescopios para la observación de rayos gamma.

El Minisat 01 será puesto en órbita a principios de 1996, a 600 kilómetros de altura, mediante un cohete Pegasus que se lanza desde un avión, y funcionará durante dos años.