Castro cambia a seis ministros económicos e inicia la liberalización inmobiliaria

El Gobierno de Fidel Castro anunció ayer una amplia remodelación de las cartera económicas que tiene como común denominador la salida de veteranos colaboradores del régimen castrista, en muchos casos claros defensores de la más pura ortodoxia, y su sustitución por técnicos más jóvenes e identificados con el proceso de apertura económica que ha iniciado la isla. Ésta es la segunda gran remodelación de responsables del área económica desde mediados de 1993 y afecta a ministros que llevaban muchos años en el mismo puesto.El ministro de Finanzas, José Luis Rodríguez, cabeza visible de la apertura, es el único cargo económico destacado que se mantiene. El cambio afecta desde el gobernador del Banco Nacional de Cuba al ministro de la Pesca, pasando por dos influyentes vicepresidencias y por el veterano titular de Gobernación, José Naranjo Morales, quien había estado en el Ejecutivo desde la llegada de Castro al poder. En total, son seis los ministerios que cambian de, titular en esta ocasión.

El ascenso de Oswaldo Martínez hasta el Ministerio de Economía y Planificación, que tiene categoría de vicepresidencia, es una clara muestra de la voluntad de cambio. Martínez era hasta ahora presidente de la comisión parlamentaría de asuntos económicos y, junto al ministro de Finanzas, José Luis Rodríguez, es uno de los impulsores del cambio económico. Lionel Soto Prieto es el segundo veterano vicepresidente que perdió ayer su cartera aunque se especulaba con que recibirá alguna otra de relevancia.

Como muestra de la voluntad de iniciar la apertura económica, el Gobierno ha iniciado la liberalización del mercado inmobiliario con la posibilidad de vender apartamentos o casas exclusivamente a extranjeros. La apertura de este mercado fue dada a conocer por una carta enviada por el presidente del Instituto Nacional de la Vivienda, Enrique Anabitarte, a diplomáticos y representantes de firmas comerciales acreditadas en la isla, informa Ángel Tomás González desde La Habana.

La carta está acompañada de una encuesta destinada a estudiar "el mercado inmobiliario de viviendas en Ciudad de La Habana". Hay preguntas sobre los barrios de la capital donde preferirían vivir los clientes, los servicios que desearían en el edificio y el espacio de estacionamiento según los coches que se tengan.