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La oposición en el Congreso de EE UU a la ayuda a México golpea de nuevo al peso

La crisis de México está poniendo a prueba la difícil cohabitación de la Administración demócrata de Bill Clinton con la nueva mayoría republicana en el Congreso. El presidente de Estados Unidos se encuentra con la oposición de los demócratas más a la. izquierda y los republicanos más conservadores para aprobar la ampliación de 18.000 a 40.000 millones de dólares (unos 5,3 billones de pesetas) de la línea de crédito a su país vecino. Sin embargo, la Bolsa mexicana, en la sesión de ayer, finalizó con una ganancia del 0,68%, remontando una pérdida del 4,8% del día anterior.

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En contra de lo que auguraban algunos analistas, la crisis del peso mexicano no ha acabado. Las dificultades de Clinton para con seguir que el Congreso esta dounidense dé luz verde al paquete de ayuda al país vecino, una perspectiva que permitió la recuperación de los mercados la tinoamen'canos la semana pasada, vuelve a arrastrar a los mercados financieros mexicanos. El nuevo crédito es un apoyo clave par& aliviar los problemas de liquidez que tiene México en el corto plazo -vencen tesobonos por valor de 18.600 millones de dólares- y calmar así el nervio sismo de los inversores.El presidente se enfrenta a la oposición de la misma coalición de demócratas y republicanos que en su día votaron en contra de la aprobación en el Congreso del Tratado de Libre Comercio (TLC) con México y Canadá. El líder de la Cámara de Representantes, el republicano Newt Gingrich, advirtió ayer que está aumentando la oposición en el Congreso, pero que el paquete será aprobado si Clinton logra el voto de la mitad de los demócratas. Gingrich aprovechó para arremeter contra el presidente por su incapacidad para organizar el apoyo de su partido.

Los demócratas más a la izquierda quieren lograr ahora, al igual que intentaron con la aprobación, del TLC, que Washington condicione esta ayuda a que México aplique unas leyes mínimas de protección social que protejan el bienestar de los trabajadores estadounidenses. Asimismo, argumentan que no quieren que el dinero de los contribuyentes sirva para proteger los intereses de Wall Street, donde varios importantes fondos de inversión han tenido fuertes pérdidas a raíz de la caída del peso.

Para intentar convencer a los legisladores de que la ayuda a México no supondrá ningún coste a las arcas públicas, el nuevo secretario del Tesoro, Robert Rubin, afirmó en Washington que los ingresos mexicanos del petróleo -en dólares- serían depositados en la Reserva Federal como garantía de pago. En México, donde hay temor a que éste sea un primer paso para presionar la liberalización del sector petrolífero, el Ministerio de Energía difundía un comunicado en el que negaba tajantemente esta posibilidad.

Problemas de Zedillo

A los problemas de Clinton en el Congreso se añaden los del presidente mexicano, Ernesto Zedillo dentro de su propio partido, el PRI, para sacar adelante las reformas económicas que se ha comprometido a aplicar a cambio de la ayuda. Miembros del PRI se han mostrado contrarios a aprobar una ley que permite a los extranjeros aumentar del 30% al 49% su participación en, un banco doméstico. Otros sectores del partido se resisten a efectuar las reformas políticas que exigirían la celebración de nuevos comicios en algunos Estados donde ha habido denuncias de fraude electoral.

Todo ello está resultando en una nueva caída del mercado mexicano. Tras la ligera recuperación de la semana pasada, el peso, que ha perdido ya un 35% de su valor frente al dólar, podría entrar en una nueva espiral bajista. La Bolsa ganaba ayer al final de la sesión un 0,68%.

El dólar no es ajeno a los avatares de la divisa mexicana. La razón es el creciente peso de México en la balanza comercial estadounidense. Y es que, antes incluso de la devaluación -que ahora hace más baratos los productos mexicanos y más caros los estadounidenses-, Estados Unidos registró un déficit de 378 millones de dólares con el país vecino. El mercado descuenta que el dólar tiene que bajar para no agravar esta diferencia. La divisa etadounidense se depreció en la jornada de ayer frente al resto de las monedas importantes, especialmente el marco alemán.

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