Primer beato de Papúa Nueva Guinea
Juan Pablo II proclamó ayer, bajo una mansa lluvia tropical, al primer beato de Papúa Nueva Guinea, mientras se intentaba quitar hierro a las noticias sobre hipotéticos planes para atentar contra su vida. Peter ToRot fue muerto en 1945, a los 33 años, por un médico militar japonés que le inyectó una dosis mortal de veneno por negarse a dejar de catequizar y oponerse a la poligamia, que queríaninstaurar los invasores de esta isla del Pacífico. Para el Papa, la beatificación de ToRot marca un hito en la historia de la Iglesia. A la ceremonia asistieron unas 10.000 personas, muchas de ellas ataviadas con sus mejores adornos tribales, como las cuatro mujeres de la foto, una de las cuales lee la biografía del nuevo beato. Por la tarde, el Papa se reunió con los obispos de la zona para estudiar la situación del catolicismo y el activismo de las sectas.
