De la Rosa pagó comisiones a 'El Observador' por la venta de la sede de CNL a la Generalitat

Javier de la Rosa pagó por lo menos 204 millones a empresas relacionadas con el diario de la órbita de Convergència EL Observador como comisión por la venta del edificio del CNL (antiguo nombre de Grand Tibidabo) a la Generalitat, según la información recogida por el juez del caso De la Rosa. El rastreo de los milones que CNL emitió por un importe de 314 millones para el pago de esa comisión, ha descubierto que 204 millones fueron a parar a la cuenta de Coterma, una sociedad administrada por Armand Carabén, quien fue presidente de El Observador entre 1990 y 1993. Queda aún por saber quién es el titular de una cuenta en el Banco Exterior que recibió los 100 mllones restantes.

Fuentes próximas al Departamento de Economía de la Generalitat reiteraron "que en la compra del edificio del CNL[por 4.200 millones] no hubo intermediarios". La policía judicial ha remitido un informe al juez del caso de la Rosa, Joaquín Aguirre, en el que explica que, el 25 de julio de 1991, Joan Cruells -actualmente en prisión y en aquellas fechas director general de CNL- ordenó a La Caixa, Caixa Catalunya, Banco Hispano, Privat Bank y Banco, Exterior de España, emitir cinco talones del Banco de España por importe total de 314 millones.

Las pesquisas policiales han culminado descubriendo que cuatro de esos talones fueron a parar a una cuenta en La Caixa, cuyo titular era la mencionada sociedad Coterma, administrada por Armand Carabén, en aquel momento presidente de El Observador, diario promovido por el ex secretario general de la Presidencia de la Generalitat, Lluís Prenafeta.

Posteriormente, Carabén retiró ese dinero mediante cuatro talones, dos de ellos con fecha 26 de julio y por importes de 9,3 y 40 millones. Otros dos llevaban fecha 29 de julio y los importes eran de 25 y 130 millones. Todos ellos eran al portador, excepto el último, que se extendió a nombre de una sociedad.

La firma de la operación de venta de la sede de CNL a la Generalitat se celebró a finales de julio, coincidiendo con el movimiento de los talones. El contrato se formalizó en el De partamento de Economía, cuyo titular es Macià Alavedra, y del cual depende la Dirección General de Patrimonio, que adquirió el edificio. Según las investigaciones judiciales, el desvío de este dinero desde CNL, ahora Grand Tibidabo, hacia El Observador se cubrió con la participación dé una sociedad llamada Aciesa, que meses después emitió dos facturas en las que justificaba el cobro del dinero de CNL por la intermediación.

Fuentes consultadas han mostrado su extrañeza por el hecho de instrumentar la operación de pago de comisiones con la emisión de cheques del Banco de España, ya que es muy difícil ocultar quien es el destinatario final del dinero.

No es, la primera vez que El Observador sale a relucir en la investigación judicial sobre el desvío de dinero de Grand Tibidabo hacia actividades particulares de Javier de la Rosa.

En un documento de reconocimiento de deuda con Grand Tibidabo, firmado por De la Rosa y Joan Cruells en julio de 19914, se reflejaba la existencia de una deuda de 309 millones, de Coterma a Grand Tibidabo. Algunas fuentes han destacado la semejanza entre las cifras de esa deuda y el dinero entregado a Coterma mediante los talones de CNL.

Asimismo, Kujal, una sociedad relacionada con Prenafeta recibió 467 millones en obligaciones convertibles de Grand Tibidabo, sin qué conste que hubiera pagado cantidad. alguna por ellas.

Por otra parte, De la Rosa ha denunciado al Consejo General del Poder Judicial que se siente "agraviado" por el juez encargado de la investigación porque, según él, presionó a los magistrados de la Audiencia de Barcelona para que confirmaran su prisión. También se queja de la lentitud del juzgado en algunos trámites. El juez se mostró tranquilo y comentó que le parecía una "pataleta".