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La intervención militar en Chechenia estrangula las reformas económicas emprendidas por Rusia

Pilar Bonet

La economía rusa está sufriendo ya las consecuencias de la guerra de Chechenia y de las decisiones contradictorias en la política de reformas, especialmente en la privatización de los bienes del Estado, según el primer vicejefe del Gobierno de Rusia, el reformista Anatoli Chubáis. En una entrevista publicada ayer en el diario Izvestia, Chubáis reconocía que las inversiones extranjeras, una de las grandes esperanzas de recuperación económica, han disminuido en picado en los últimos meses. Además, él presupuesto estatal sin déficit, un objetivo clave del Gobierno para 1995, difícilmente podrá lograrse una vez contabilizados los gastos de la guerra, según unas declaraciones del ministro de Finanzas, Vladímir Panskov, al mismo diario.

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Las inversiones en el mercado de valores, donde se cotizan las acciones de las empresas privatizadas de Rusia, oscilaron entre los 30 millones de dólares (más de 4.000 millones de pesetas) y los 50 millones de dólares en diciembre, lo que supuso una décima parte de los 500 millones de dólares mensuales registrados en el verano de 1994, según manifestó Chubáis. En enero, la demanda occidental de acciones de empresas rusas fue veinte veces inferior a la de agosto de 1994, según reveló el diario Rossiskie Vesti.

"Hay que decir honestamente que las acciones bélicas en Chechenia se reflejan gravemente tanto en el mercado de valores como en el mercado financiero", manifestó Chubáis, quien, pese a todo, trató de mostrarse optimista. "No existen condiciones objetivas reales para una catástrofe económica y ni siquiera para un empeoramiento serio de la situación", señalaba el alto funcionario, uno de los escasos supervivientes políticos en el poder del equipo reformista que dirigió Yegor Gaidar en. 1992.

El factor checheno puede costar entre 3,1 billones y 3,5 billones de rublos, según las estimaciones mínimas dadas por el diario Izvestia. Chubáis, sin embargo, opina que la atmósfera de desconfianza y nervios es más peligrosa que la propia guerra, cuyos costes, a lo sumo, pueden llegar a un 1% del Producto Nacional Bruto de Rusia (unos 10 billones de rublos).

El presupuesto estatal para este año ha contabilizado entre sus ingresos los créditos internacionales por importe de miles de millones de dólares, que serán objeto de debate la semana próxima en Moscú con una misión del Fondo Monetario Internacional. La inflación el pasado diciembre fue de un 16,4%.

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Chubáis, que dirigió el Comité Estatal de Privatización hasta el pasado otoño, reveló que la transferencia a manos privadas de los bienes del Estado ha provocado fuertes tensiones.

El primer ministro, Víctor Chernomirdin, ha ordenado que el jefe del Comité de Privatización Estatal, VIadímir Polevánov, se subordine a Chubáis, según reveló éste. El jefe del Gabinete tomó esta decisión después de que el nuevo ministro anunciase su deseo de "modificar la política económica del Gobierno y aumentar la dirección del Estado en las empresas", invocando razones de seguridad estatal para ello, (las mismas que adujo el jefe del servicio de Seguridad de Borís Yeltsin, Alexándr Korzhakov para interferir en la política energética de Chernomirdin).Tras, las declaraciones de Polévanov a fines de diciembre varios empresarios occidentales cancelaron negocios en marcha y Rusia perdió "muchos millones de dólares" señaló Chubáis. Conversación nada fácil

"Por encargo del presidente del Gobierno", Chubáis dijo haber presidido una reunión del Comité Estatal de Privatización en la que, el pasado jueves, se registró "una conversación nada fácil". La dirección del Comité confirmó la línea del Gobierno y consideró "intolerable" cualquier "distanciamiento" de esta política, incluso si su protagonista es el jefe del Comité. Los rumores Sobre una reforma monetaria, que eliminaría los billetes de 50.000 rublos de la circulación, así como de una congelación de las cuentas en divisas, provocaron una atmósfera de pánico el viernes en las instituciones financieras de Moscú.

Los rumores procedían, según la prensa rusa, de unos supuestos sobres que contenían instrucciones del Banco Central que las instituciones financieras tenían que abrir el viernes.

El Gobierno ruso ha logrado evitar una acción desestabilizadora que habría conducido al desplome del rublo frente al dólar. "El ataque [especulativo] al rublo fue rechazado", aseguró Chubáis.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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