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Scalfaro trata de evitar el choque institucional con Silvio Berlusconi

Oscar Luigi Scalfaro, presidente de la República de Italia, ha citado hoy a Silvio Berlusconi, con la previsible intención de evitar un choque institucional que arrastraría la crisis italiana fuera de los márgenes de la Constitución, según han amenazado reiteradamente en días pasados el propio primer ministro dimisionario y su aliado, el líder de Alianza Nacional (AN), Gianfranco Fini.

El encuentro se producirá en vísperas de que Scalfaro adopte, probablemente el jueves, una iniciativa decisiva para la formación del nuevo Gobierno. El líder de Forza Italia (FI) no concede a Scalfaro más opción que el anuncio de la próxima disolución del Parlamento y la entrega del Gabinete de gestión que deberá llevar el país hasta nuevas elecciones a un representante de su fracasada coalición de Gobierno.En las dos semanas transcurridas desde su dimisión, el primer ministro no ha dejado de elevar el tono para calificar de inconstitucional cualquier otra alternativa. Fini ha afirmado que el llamado Gobierno del presidente, un Gabinete concebido como ajeno a los partidos y respaldado por una mayoría parlamentaria definida a posteriori sería "un golpe de Estado".

El anuncio de la decisión de Scalfaro, único autorizado, por la Constitución para encargar la formación de un Gobierno o, alternativamente, a disolver las cámaras, dará, pues, ocasión de comprobar si Berlusconi y Fin¡ pretenden cumplir las amenazas de desarrollo inconstitucional de la crisis implícitas en sus argumentos, o si en cambio buscan una salida negociada del conflicto.

Por lo que se refiere a la primera hipótesis, FI y AN han desarrollado una intensa campaña de deslegitimación del jefe del Estado, del Tribunal Constitucional y del actual Parlamento. Pero en las últimas horas, los contactos mantenidos por Marcello dell'Utri, empleado e intermediario de Berlusconi, con exponentes del Partido Popular Italiano (PPI), parecen indicar la voluntad de llegar a algún acuerdo.

El PPI trata de evitar las elecciones inmediatas en la actual situación de predominio de Berlusconi sobre la televisión y bajo un clima de enfrentamiento total que colocaría automáticamente a este partido, ex democristiano, en el área del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), ex comunista. El líder del PPI, Rocco Butiglione, ha sugerido estar, dispuesto a formar un bloque electoral con el PDS para salvar el Estado democrático.

Pero el primer ministro dimisionario puede temer noticias como la de que el ex magistrado Antonio Di Pietro se prepara para hacerle frente en unos comicios de cuya proximidad caben pocas dudas, cualquiera que sea la solución de la crisis que intente Scalfaro. Con la misma perspectiva, el ministro del Interior, Roberto Maroni, trabaja para poder presentar un sector de la Liga Norte disidente de Umberto Bossi.

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