Coronas comestibles

Un millón y medio de roscones comprarán los madrileños entre la tarde de hoy y la noche de mañana. Según la Asociación de Empresarios de Pastelería, cada habitante de la Comunidad de Madrid "toca" a unos 250 gramos de este tradicional bollo que no ha subido de precio respecto a la temporada pasada. La asociación, integrada por unas mil reposterías de la Comunidad, ha realizado un estudio estimativo según el cual el, kilo de roscón se mantendrá aproximadamente en las 1000 pesetas del año pasado. Según este mismo estudio, los consumidores compran sobre todo roscones de 750 gramos -unas ocho raciones- y un 25% de ellos los prefiere rellenos de nata o trufa. "Los madrileños somos muy aficionados a consumir este tipo de bollo, cuya. composición ha permanecido inalterable con el paso del tiempo y nosotros luchamos para que siga siendo así" dice Salvador Santos Campino, presidente de la Confederación Nacional de Empresarios de Pastelería.

El gran volumen de ventas de roscones ha sido precisamente el hecho que ha propiciado, según Santos, "una posible confusión. entre los compradores. Actualmente se elaboran algunos simulacros. Su composición no corresponde con la receta originaria, se congelan incluso a veces con un año de antelación y después se comercializan como producto fresco, lo que constituye un fraude para el consumidor, ya que en el etiquetado no consta que ese producto haya sido congelado previamente". Su precio es de unas 700 pesetas el kilo, pero según Santos, ",su bajo precio corres ponde a su baja calidad. Aunque afortunadamente el 90% de los roscones vendidos siguen, siendo artesanales".

Hay dos versiones sobre su origen. La primera afirma que este dulce se debe a una, fiesta de origen galo denominada Le roi de la fave (el rey del haba) que se celebraba ya en el siglo XI. En ella, entre los niños más pobres del lugar, se elegía al que le, tocaba el haba del pastel y se le coronaba como rey por aquel día.

La otra versión afirma que Luis XV encargó a su repostero un postre especial, ya que iba a recibir a monarcas de otros países en una grandiosa comida. El pastelero, que era de origen aragonés, ideó este bollo en el que de acuerdo con el rey francés, introdujo una moneda de oro especialmente acuñada para la ocasión. Al ser felicitado por su creación decidió llamar a su bollo rosca de reyes.

Esta antiquísima costumbre aún se perpetúa en algunas pastelerías, como es -el Horno de San Onofre, donde introducen un haba en todos sus roscones. "Elaboramos unos 2.000 kilos de roscón por temporada y seguimos la fórmula tradicional. También los cocemos en un horno centenaria. Nunca debe faltar el agua de azahar, lo que le otorga ese aroma y sabor característicos" dice Daniel Guerrero, el propietario del horno.

En la pastelería La Marina siguen haciendo roscones de encargo hasta para 30 personas. Sus bollos no tienen fruta escarchada en su superficie. En Niza, fundada en 1847, calculan que venderán dos días. Ellos fueron los proveedores durante años de la familia Franco, y Ana Vaquero, su propietaria, recuerda cómo "caían unas sorpresas especiales para sus roscones, como figuritas de plata. De todas formas, la mayor sorpresa es lo bueno que está el roscón". ,

Algunas direcciones de roscones de siempre: La Marina. Alberto Aguilera, 14. 44.7 89 71. Niza. Argensola-, 24. 308 13 21. La Oriental. Meléndez"Valdés, 60. 549 67 32. El Horno de San Onofre. San Onofre, 3. 532 90 60. Pastelería Latina La China). Beata María Ana de Jesús, 2. 528 1821. González. Fernández de la Hoz, .33. 446 95 14..