El organismo femenino soporta mejor el estrés en el trabajo que el masculino
John T., ejecutivo de una firma fabricante de juguetes, se quedó dormido el pasado viernes en el sofá del salón poco antes de cenar. Una larga jornada laboral marcada por la agitación de los pedidos navideños, y, sobre todo por el estrés, pudieron más que el suculento asado preparado por su esposa, Rachel.John no lo sabe, pero su sueño era un simple mecanismo de defensa. Recientes estudios científicos presentados en el Reino Unido demuestran que los hombres soportan mal el estrés derivado de su trabajo. Las elevadas dosis de adrenalina que segregan para combatirlo pueden favorecer además la aparición de enfermedades cardiovasculares. En igualdad de condiciones, las mujeres experimentan la misma ansiedad, pero su adrenalina no aumenta.
,Según Tessa Pollard, psicóloga de la Universidad de Oxford, es posible que las hormonas protejan a las féminas. Pollard ha dirigido precisamente un estudio dedicado a medir la adrenalina segregada por 53 hombres y 51 mujeres entre 24 y 50 años, que ostentan altos cargos en sus empresas.
Para el análisis realizado se aprovechó la orina acumulada entre las cuatro y las seis de la tarde durante tres días consecutivos -domingo, lunes y martes- La adrenalina es una hormona que prepara al organismo para soportar una situación difícil. También surge en momentos de ansiedad o agitación y su presencia puede detectarse en la orina.
Ante una misma exigencia laboral, ambos sexos padecieron similares momentos de agobio. Desde el punto de vista psicológico, el género del protagonista carece de relevancia. "Ello hace suponer que las diferencias fisiológicas son las responsables del diferente grado de adrenalina segregado por unos y otras", señala Pollard en su trabajo, que ha sido presentado durante la última reunión de la Asociación Británica de, Psicología.
El estudio tuvo en cuenta la cantidad de café, té y alcohol ingerido, así como la actividad física desplegada por las 104 personas. El tabaquismo no fue incluido al final porque los fumadores no recordaban el número de cigarrillos consumido a lo largo de la prueba. A las exigencias laborales se unió también la falta de control sobre el propio trabajo. Se observó que los hombres sometidos a ambas presiones presentaban niveles más elevados y constantes de adrenalina en lunes y martes que en domingo.
"La presencia periódica de la hormona del estrés en el cuerpo ha sido ligada a la aparición de enfermedades del corazón" apunta el estudio. En el caso de las mujeres, las sensaciones reflejadas en el cuestionario del análisis son similares a las de, sus colegas varones. "La oleada de adrenalina no apareció, sin embargo, en la orina de las mujeres como respuesta a las exigencias del día".
Aunque Pollard reconoce que se ha limitado a una muestra de trabajadores muy cualificados, sugiere que las apariencias engañan. Según ella, son las mujeres las que apenas se alteran cuando están ejerciendo una labor directiva.
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