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Un joven peluquero, presunto autor de los dos últimos asesinatos en clínicas de abortos norteamericanas

El individuo sospechoso del tiroteo sobre dos clínicas de planificación familiar cerca de Boston (Estado de Massachusetts) el pasado viernes fue detenido el sábado por la policía de NorfoIk (Virginia). La distancia de casi mil kilómetros que separa ambas Ciudades la recorrió supuestamente John C. Salvi, alumno de una academia de belleza de 22 años, después de matar a dos personas y herir a otras cinco en la primera de ellas.En Norfolk, Salvi abrió fuego contra un tercer centro médico donde se practican abortos. En este segundo incidente no hubo heridos. En la mañana del sábado, John C. Salvi, que conducía un camión decorado con una gran fotografía de un feto humano, intentó acceder a la clínica Hillcrest en la ciudad de NorfoIk después de haber viajado 965 kilómetros desde el escenario de la matanza que se le atribuye en Brookline (municipio cercano a Boston).

Al parecer, Salvi entró a la recepción de la clínica Hillcrest preguntando por un restaurante. Después de recibir indicaciones salió a la calle, y al poco tiempo regresó con un rifle semiautomático con el que hizo un barrido de munición que atravesó el edificio de lado a lado.

La policía acudió a la clínica avisada por un detective que se encontraba allí por casualidad, y tras una breve persecución en coche, Salvi arrojó su arma por la ventana y se entregó. Un portavoz del FBI aseguró: "Puedo confirmar que el individuo que fue arrestado en NorfoIk es el mismo que hemos estado buscando en conexión con los acontecimientos de Brookline".

En una de las bolsas que el sospechoso había dejado caer en una de las clínicas de esa ciudad, la policía había encontrado armas y recibos procedentes de una tienda y que señalaban a Salvi como el comprador. Las autoridades de Massachusetts esperan ahora que Salvi sea extraditado de vuelta a ese Estado, de donde se considera escapó para evitar ser detenido.Condena de ClintonEn una enérgica condena del incidente del viernes, el presidente Bill Clinton había manifestado que los ataques sobre clínicas donde se practican abortos son "una forma de terrorismo doméstico". Pero el jefe de Salvi en la peluquería donde trabajaba declaró ayer: "Yo no creo que se le pueda calificar de terrorista. Quizá un fanático religioso". Los testimonios de sus compañeros de la: academia de belleza recogidos ayer en la prensa de Estados Unidos le dibujan como un "tipo raro y melancólico", un "colgado" que citaba constantemente párrafos de la Biblia.

Uno de sus colegas explicó que habían bromeado' diciendo que a Salvi le pegaba ir disfrazado como Robert de Niro en la película Taxi Driver. El centro de belleza en cuestión se llama Excentric Hair (Pelo excéntrico).

Los medios tampoco han tardado en recoger declaraciones de condena, como la de Pamela Maraldo, presidenta de la organización internacional Planned Parenthood: "Esperamos que Salvi sea juzgado tan rápido como le cogieron. Nosotros como nación debemos frenar esta locura".

La portavoz de la Casa Blanca, Ginny Terzano, dijo que "no sólo al presidente, sino a toda la nación le gustaría que acabaran estos incidentes y se resuelvan de inmediato".

En defensa de la ejecución indiscriminada de empleados de clínicas de aborto salió Don Treshman, director nacional de Rescue America, una de las muchas organizaciones que se oponen al derecho a elegir sobre la concepción. "Estamos en guerra", declaró el sábado. "Lo único es que hasta hace muy poco tiempo los heridos solo han venido de un lado. Hay 30 millones de niños muertos y solamente 5 personas en el otro lado, por tanto no hay que darle mucha importancia". Las dos mujeres que perdieron la vida el viernes en esta guerra eran recepcionistas en sus respectivas clínicas.

Las dos víctimas mortales fueron identificadas como Shannon Lowney, de 25 años, recepcionista de Planned Parenthood y Leanne Nichols, de 32 años, empleada de la clínica Preterm.

La clínica Planned Parenthood practica unos 3.000 abortos al año y es una de las doce escogidas por el Gobierno federal para utilizar de forma experimental la controvertida píldora abortiva francesa RU-486.

Esta clínica había pedido hace dos meses al departamento de Justicia protección policial ante las contínuas amenazas que recibía.

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