A la M-40 ya sólo le faltan 10 kilómetros para ser redonda
Madrid cuenta ya con un nuevo tramo de autopista en la M40, la carretera que circunvala la ciudad. Los accesos y las salidas de Madrid por la zona norte serán por esta vía más fáciles a partir de ahora. Con el aeronudo abierto ayer, a la M-40 sólo le faltan 10 kilómetros para ser redonda.Las previsiones señalan que 120.000 automóviles transitarán cada día por el nuevo tramo de autopista -de 7.700 metros de longitud y seis carriles-, y por el moderno enlace de carreteras a cuatro niveles.
Así, la carretera de Burgos ha quedado unida a la de Colmenar. Como ésta se vinculaba únicamente a la M-30 -la primitiva circunvalación, altamente congestionada-, la obra inaugurada ayer permite su alivio, así como la conexión con la M-40. Ahora, para cerrar al completo esta ruta exterior a la ciudad, sólo quedan por unir las carreteras de Colmenar y la de La Coruña, mediante 10.700 metros de autopista a través del monte de El Pardo. En ese tramo quedan aún por rematar algunas expropiaciones para su construcción, que se prevé terminar a principios de 1996.
La zona abierta ayer permite conectar una amplia área del norte con el aeropuerto de Barajas. Igualmente, mejora el acceso a la estación de Chamartín. De esta forma, el transporte en automóvil, tren y avión se encuentra ahora más intercomunicado.
Los automovilistas que llegan a la ciudad desde el norte tienen además nuevas opciones para sortear el centro; y los que parten de la ciudad pueden alcanzar la periferia en menos tiempo.
En la construcción de este tramo han participado 600 hombres, que han trabajado ininterrumpidamente y han sumado 3,4 millones de horas durante 30 meses. Estos hombres han movido hasta 30.000 metros cúbicos de tierras en un día. En la ejecución, que ha durado dos años y medio, no hubo accidentes laborales mortales ni graves, según dijo a EL PAÍS Alfonso Travesí, director de Obras junto con Pedro Rivero Marco. El presupuesto ha llegado a 13.300 millones.
El aeronudo y el nuevo tramo de la M-40 fueron inaugurados ayer por el ministro de Obras Públicas, José Borrell; el presidente de la Comunidad de Madrid, Joaquín Leguina; el alcalde de la capital, José María Álvarez del Manzano, y los primeros ediles de las dos localidades más cercanas, San Sebastián de los Reyes y Alcobendas.
PASA A LA PÁGINA 3
El enlace de la M-40 alivia la zona norte
VIENE DE LA PAGINA 1El tramo inaugurado ayer ha sido financiado al 85% con Fondos de Cohesión de la Unión Europea. Una novedad destacada del proyecto -que incluye tres grandes enlaces con las carreteras de Colmenar y Burgos, más la ruta que bordea Hortaleza- es un puente a cuatro niveles de cruce, con barreras exteriores redondeadas y segmentadas que se adaptan con armonía al paisaje.
La obra elude las intersecciones. Así, todos los ramales laterales y todas las incorporaciones de vehículos se realizan mediante carriles propios, que evitan los peligrosos cruces de trayectorias de tráfico y que en rutas similares a ésta, como la propia M-30, ocasiona numerosos accidentes y atascos.
El nuevo tramo permite que los viajeros que llegan a Madrid desde las carreteras de Burgos o Colmenar Viejo puedan, a partir de ahora, esquivar el nudo de Manoteras, principal avispero para el tráfico rodado madrileño por el Norte.
José Borrell, ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, dijo a EL PAÍS que la nueva vía "combina e integra la eficacia técnica con la belleza", por cuanto que "por primera vez en Europa se realiza un enlace a cuatro niveles de cruce, unidireccionales y distintos, sin trenzados".
El trecho recién abierto ha sido decorado con 8.823 árboles, entre ellos 432 madroños, emblema de la capital española. El asfalto empleado es poroso, de la variedad denominada filtrante, capaz de absorber el agua.
Desde 1988 han sido construidos 57,3 kilómetros de los 68 con los que contará la M-40 cuando esté finalizada, previsiblemente a principios de 1996.
En su conjunto, los nuevos 7.700 metros de autovía se encuentran iluminados por 360 farolas, con lámparas de sodio gaseoso, que permiten una visibilidad elevada bajo la niebla.
De los dos tramos de autopista que quedan para completar el cierre de la M-40, el segundo se halla a en fase de construcción, tiene una longitud de 7.100 metros y las obras abarcan desde la carretera de Colmenar hasta el denominado enlace de la Zarzuela, sobre la carretera de El Pardo. Se calcula que este trecho será terminado a finales de 1995. El otro tramo, entre El Pardo y la carretera de La Coruña, a la altura de El Barrial, se halla en fase de expropiación. Incluirá un túnel de 320 metros bajo el monte y será finalizado en el año 1996.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Declaraciones prensa
- Josep Borrell
- Puentes
- Comunidades autónomas
- Ayuntamientos
- Financiación autonómica
- Administración local
- Carreteras
- Transporte urbano
- Administración autonómica
- Madrid
- Tráfico
- Transporte carretera
- Comunidad de Madrid
- Gente
- Vivienda
- España
- Finanzas públicas
- Administración pública
- Urbanismo
- Finanzas
- Transporte
- Sociedad