CiU renuncia a ampliar de inmediato la reforma laboral por el clima de crispación social

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, ha renunciado a intentar que de manera inmediata el Gobierno central atienda sus demandas de reformas en el mercado laboral, la Seguridad Social y las pensiones. El clima de crispación social y las dificultades para el diálogo entre sindicatos y empresarios forman el cuadro sociopolítico que Pujol ha tenido en cuenta. Estos asuntos fueron abordados el 20 de diciembre por Pujol; el ministro de Economía, Pedro Solbes; el portavoz de CiU, Miquel Roca, y el secretario de Estado de Hacienda, Enrique Martínez Robles.

Los nacionalistas catalanes, no sin cierta frustración, han dado por cerrada la posibilidad de empezar el año nuevo, tal y como tenían previsto hace sólo unas semanas, con una negociación pausada pero exhaustiva sobre distintas reformas estructurales. Desde su concepción de política económica, la reforma laboral aprobada por el Gobierno con los votos socialistas, nacionalistas y populares se ha quedado a medias. Siempre desde la perspectiva de CiU, con una mayor liberalización los empresarios se atreverían mucho más a aumentar las contrataciones.La reforma de la Seguridad Social y del sistema de pensiones son otras de las cuestiones que CiU quería plantear el próximo año. La pasada semana, antes de la reunión de Pujol con Solbes, el asunto se planteó en el comite federal del PSOE.

El sindicalista Julián Ariza advirtió al secretario general del PSOE, Felipe González, que "tocar" en el sentido que demandaban los nacionalistas catalanes el mercado laboral y las pensiones sería un elemento más a añadir a la desafección de la sociedad con este Gobierno. González contestó públicamente que no tenía prevista una ampliación de la reforma laboral y que todavía estába en fase de analizar los resultados y efectos de la que está en vigor.

El pasado jueves, ante un auditorio de jubilados en una residencia de la Comunidad de Madrid, González aseguró que el sistema público de pensiones está asegurado y expresó su convicción de que ningún partido tiene la intención de cambiarlo.

De la conversación que mantuvo González con Pujol hace dos semanas sólo trascendió la primera intervención del presidente catalán, en la que efectivamente expresó al presidente del Gobierno la, necesidad de ampliar las reformas. Ya en esa reunión el jefe del Ejecutivo apuntó las dificultades para llevarlo a cabo en estos momentos. Tras esa conversación, el presidente del Gobierno no tuvo dificultades para afirmar ante el comite federal de su partido, el 19 de diciembre, que no existía un pacto cerrado con CiU, sino que las relaciones entre ambas formaciones deben inscribirse en un "diálogo" asunto por asunto.

En la reunión entre Pujol y Solbes del 20 de diciembre, en presencia de Roca y Martínez -Robles, se habló con más claridad. Horas después, desde el ámbito nacionalista se expresaba "la imposibilidad" de llevar a cabo las reformas, citando como motivo el clima adverso. En esas declaraciones se dejaba implícita la comprensión de los nacionalístas.

Fuentes de CC OO han reconocido que este sindicato se encontraba "vigilante" por la posibilidad de que el Gobierno pudiera plantear la nueva reforma laboral en enero. El clima moderado que ahora existe -las entrevistas discretas entre miembros del Góbierno y de los sindicatos se siguen produciendo- se rompería radicalmente si se planteara una nueva revisión del mercado de trabajo,- aseguran los interlocutores citados.