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El revés de la trama

El protagonismo de la Audiencia Nacional se ha hecho tan acusado en estos días que ha dejado en un muy segundo plano otros acontecimientos políticos más convencionales, que tal vez por ello despiertan menos interés; pero pueden tener a medio plazo una mayor influencia en la vida del país.Me refiero, concretamente, a lo ocurrido en Andalucía. Hasta la fecha, y desde que se aprobó la Constitución, a finales de 1978, Andalucía, ha ido anticipando políticamente lo que después se convertiría en la norma para todo el Estado: Las dos operaciones de mayor calado de nuestra experiencia política y constitucional de estos 15 años: la aceptación como algo normal de un gobierno socialista en el país y la transformación del Estado centralista en el Estado de las autonomías se gestaron en buena medida en Andalucía.

Aquí es donde se quebró la hegemonía del centro-derecha que presidió los primeros años de la transición, aquí se acabó imponiendo la interpretación "homogeneizadora" del Título VIII de la Constitución y aquí se anticipó en las elecciones autonómicas de mayo de 1982 lo que acabaría siendo en octubre del mismo año el arrollador triunfo socialista en las elecciones generales.

En los primeros años de la década de los noventa ha vuelto a ser Andalucía, con las elecciones autonómicas de 1990, las primeras celebradas después del primer escándalo político, el uso por Juan Guerra de un despacho en la Delegación del Gobierno de Andalucía sin nombramiento oficial de ningún tipo, y con su aportación en las elecciones generales de junio de 1993, la que ha permitido al PSOE resistir el asalto del centro-derecha.

Sin Andalucía, el PSOE no habría llegado al poder de la forma en que lo hizo a principios de los ochenta ni lo habría podido mantener como lo ha mantenido a comienzos de los noventa. Andalucía ha sido clave en la estrategia socialista para ganar y continúa siendo clave en su estrategia para no perder.

Por eso es importante lo que ha ocurrido en estos días con los presupuestos andaluces. Si en Andalucía el PSOE ensayó su estrategia de acceso al poder, en Andalucía la oposición (PP e IU) está ensayando su estrategia para desalojar al PSOE del poder.

Y hasta el momento le está saliendo bien. Si hay algún sitio donde la pinza funciona y con consecuencias políticas y jurídicas es en Andalucía. De las 103 enmiendas al proyecto de ley de presupuestos de la comunidad autónoma debatidas en comisión, nada menos que 88 han sido votadas conjuntamente por el PP e IU. La estrategia de desgaste del Gobierno socialista está siendo aplicada con una coherencia y con una intensidad desconocidas todavía en el resto del Estado.

El Gobierno socialista, por el contrario, parece estar todavía desconcertado ante el acoso de que está siendo objeto, y no ha sido capaz de diseñar una estrategia para contrarrestar la tenaza que empieza a ahogarle. No ha conseguido tomar la iniciativa, y no creo que con la decisión de retirar los presupuestos -dejando de lado consideraciones jurídicas- vaya a poder tomarla.

Tal como está el patio, parece que estamos abocados a una disolución de la Cámara y a una convocatoria anticipada de elecciones, que muy probablemente tendrán lugar en el otoño de 1995. ¿Serán las elecciones andaluzas de esa fecha el anticipo del desalojo de los socialistas de La Moncloa como fueron las del 82 el anticipo de su llegada al poder?

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