Un estudio del BBV augura un futuro alentador para el cine español

Por primera vez en España, una entidad bancaria, el Banco Bilbao Vizcaya (BBV), ha realizado un estudio económico sobre la situación del cine en nuestro país. El informe, coordinado por los profesores Santos Zunzunegui y Alfonso Sánchez-Tabernero, revela que, entre 1980 y 1993, la cuota de mercado del cine español en salas ha descendido del 20,1% al 8,75% y que más del 80% de los ingresos en salas procede de filmes norteamericanos.A pesar de este dato, los autores del estudio auguran un futuro prometedor. Para Santos Zunzunegui, la reciente supresión de las subvenciones anticipadas "impulsará a los productores a emprender proyectos con más adecuación a las demandas del público". Según Sánchez-Tabernero, el futuro de la industria audiovisual española depende de la respuesta que se dé a tres desafíos: la cronología de ventanas de exhibición -"un filme debe seguir el orden cronológico de exhibición en sala, vídeo, televisión de pago y televisión al aire"-; una mejor estrategia de mercado, promoción y distribución, y experimentación, por las productoras, de nuevas tecnologías.

A la presentación del informe asistieron el adjunto a la presidencia del BBV, Alfonso Basagoiti; el presidente de la Academia de Cine, José Luis Borau; el director Manuel Gutiérrez Aragón y el director del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), Enrique Balmaseda. Borau abogó por abandonar el tono victimista y señaló que la primera razón de que los espectadores no vayan a ver cine español es porque no les gusta.. "Sólo se recupera al público con dignidad, alegría, habilidad y, respeto", advirtió Borau, quien apuntó la indiferencia de la banca con la industria cinematográfica española. Gutiérrez Aragón dio un paso más allá. Advirtió que iba a decir una impertinencia y lo-hizo: "En los consejos de administración de los bancos a los que en alguna ocasión he asistido, cuando salía la conversación del cine, siempre se hablaba de la picaresca de los cineastas, pero realmente ahora se ha demostrado que somos unos aprendices. La gran picaresca está dentro de los bancos".