La economía española refuerza su recuperación tras crecer un 2,3% en el tercer trimestre del año
La economía española está "en franca recuperación". Éste es el diagnóstico del Instituto Nacional de Estadística (INE) que ayer publicó los datos de la Contabilidad Nacional para el tercer trimestre del año. El producto interior bruto ha crecido de julio a septiembre un 2,3% con respecto a igual trimestre de 1993. Pero lo que es mejor, es que la demanda interna recupera su papel de motor del crecimiento. El lado oscuro lo vuelve a poner el mercado de trabajo. La tasa de temporalidad en el empleo alcanza el máximo histórico del 34,3%, y se mantiene la incertidumbre sobre la creación de empleo neto este año.
La tasa de crecimiento del tercer trimestre -superior en seis décimas al trimestre anterior- ha sido bien acogida, tanto por los analistas, como por el Ministerio de Economía. Este departamento, en una nota pública, destaca la reactivación de la demanda in tema, y particularmente de la in versión, como un "elemento muy positivo para la consolidación de las nueva fase expansiva". La de manda interna (1%) experimenta su primer crecimiento positivo desde hace un ano, y lo hace gracias a un fuerte impulso de la inversión (2,4%), y, más concreta mente, de la construcción, que crece por primera vez en los tres últimos años y lo hace a un ritmo del 2,7%. Es esa ruptura en la evolución de la demanda interna la que más destaca Carmen Alcaide, del servicio de estudios del BBV. Como también lo hace Juan Francisco Jimeno, del gabinete de estudios Fedea. Para Jimeno, los datos dados a conocer ayer hacen pensar que el año terminará con un crecimiento del 2%, "y aunque es bueno, no es suficiente para crear empleo y disminuir la tasa de paro".
Rasgos significativos
Los datos del INE señalan, a este respecto, tres rasgos significativos: la desaceleración en el ritmo de incorporación de nuevos activos; la reducción en el ritmo de destrucción de puestos de trabajo (-0,8% frente al -1,2% en el trimestre anterior), y el aumento de la temporalidad. Así, pese al fuerte crecimiento de la economía, el INE no varía sus precedentes diagnósticos sobre el empleo, y afirma que "se mantiene la incertidumbre" sobre la creación neta de empleo este año. Eso sí, la menor incorporación de trabajadores a la población activa permitió moderar el crecimiento del desempleo.
Aunque el sector, exterior sigue tirando de la economía -las exportaciones crecen un inesperado 16,5%-, es la demanda interna la protagonista del verano al recuperar su papel de locomotora.
El consumo privado sigue su lenta pero gradual recuperación (sube un 1,2%) y es la inversión la que da el tirón, tanto en lo que se refiere a los bienes de equipo -crece un 1,9% después de tasas negativas desde 1992- como en lo que se refiere a la construcción. El mayor volumen de contratación de obra privada, sobre todo en edificación residencial, y el manteniminto de la obra pública han vuelto a dar un importante respiro a este sector, que ha contribuido en dos décimas al crecimiento del PIB en el trimestre, después de haber sido la rama productiva más afectada por la pasada recesion. La recuperación de la demanda interna queda reflejada también en, el incremento en un 10,1% de las importaciones.
El rebrote de la construcción hace que sea la industria dedicada a materiales para ese sector la que más suba, junto a la industria química. El conjunto de estas actividades aporta casi un punto al crecimiento del PIB.
En servicios, mientras tanto, los destinados a la venta crecen un 3% con respecto al tercer trimestre de 1993. Y ello por una ligera recuperación de la actividad comercial de los transportes y las comunicaciones, y por el vigor que siguen mostrando la restauración y la hostelería.
El mayor dinamismo en la industria y la construcción se ha notado algo en el empleo, que evoluciona de forma más favorable que en trimestres anteriores, aunque aún presenta tasas negativas. Y son, otra vez, los servicios los que crean puestos de trabajo netos a pesar de la reducción de empleos en el sector público.
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