Gira de malvados saltarines
Ya Supermán había tenido que enfrentarse, en una de sus varias aventuras fílmicas (cuál es lo de menos), al arduo problema del tiempo y su discurrir. Es bien sabido que nuestro hombre no se anda con rodeos y, visto que lo puede casi todo, y además en plan bestia, puso expeditivamente al planeta Tierra a rodar al revés para hacer que también el tiempo discurriera hacia atrás y evitar que su adorada Lois Lane muriera a manos del malvado de turno como, efectivamente, ya había ocurrido. Van Damme, que no es Superman aunque pretenda parecérsele, tendrá que ingeniárselas con más modestia para regresar desde el presente, el año 2004, al pasado cercano -nuestro presente- Y tendrá que hacerlo en un mundo en el cual alguien ha descubierto cómo escabullirse arriba y abajo en el tiempo -esa vieja obsesión-, hacer fortunas sabiendo quién cotizará mejor en bolsa al día siguiente, y ventajillas por el estilo. Total, que Van Damme, rudo poli, tendrá que ir detrás de estos malvados saltarines. Sólo para volver al punto de partida.Timecop es una muy precaria producción de ciencia-ficción, fracción mamporro duro (para eso está Van Damme, que no sabe hacer otra cosa), subfracción poli enamorado a rabiar de la parienta, dirigida por el otrora solvente especialista Peter Hyams (Atmósfera cero o Capricornio Uno son ejemplos de su buen hacer), el único director estadounidense actual a quien los rigurosos sindicatos de Hollywood permiten simultanear la dirección con la fotografía de sus filmes. Aunque hay que decir que ni con ésas. Porque el problema a que se debe enfrentar Hyams es insalvable, y se llama un pobre y previsible guión de Mark Verheiden , tan pobre que ni siquiera reserva al malvado la oportunidad de bordar un personaje chocantemente atractivo.
Timecop (Policía en el tiempo)
Director: Peter Hyams. Guión: Mark Verheiden, según el comic original de Mark Verheiden y Mike Richardson. Fotografía: P. Hyams. Intérpretes: Jean-Claude van Damme, Ron Silver, Mía Sara. Estreno en Madrid: Palacio de la Prensa, Vergara, Luchana, Arlequín.
Añádase a esto unos efectos especiales parcos, por no decir misérrimos -un cochecillo futurista que discurre, por ejemplo, por calles perennemente vacías, no sea cuestión que haya que construir más maquetas-, a pesar de basarse en diseños -sólo diseños- de Sid Mead, el brillante autor del look de, nada menos, Blade Runner; un actor al que sólo una gran dosis de buena voluntad permite llamar así, y se tendrá una visión aproximada de qué es este Timecop.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.