La ternura que todos necesitamos

Tiene una voz hermosa y los piropos le llueven desde que publicó hace unos meses en París su primer álbum. Youssou N'Dour asegura que este hijo de una ruandesa y un zaireño es su músico africano preferido. Y no anda descaminado Youssou N'Dour, es que hay que tener cemento en las orejas y muy poco corazón para no emocionarse con su música.Sus canciones acústicas pueden durar 42 segundos o tres minutos y medio, pero el formato es siempre de canción. Hablan de ese amor que estamos perdiendo por culpa de las ansias de poder y la codicia; de la ternura que necesitamos todos. Y canta acompañado por su gran orquesta, como la denomina con humor: Julia Sarr, que un día dará que hablar, y Didier Ekukuan, hermano de Lokua.

Cuando se presentó con la cinta grabada en el estudio de un amigo -éste le prestó las llaves y allí se encerró cada noche durante mes y medio-, ninguna compañía la quiso. O les parecía muy africana o insuficientemente africana (sic). Suerte que tozudez y talento suelen acabar por franquear todas las barreras: reunió dinero, pienso unos cientos de ejemplares, provocó el entusiasmo de algunos periodistas, y la gente se ha ido apuntando a escuchar su música.

A sus 36 años no es un recién llegado al mundo de la música: lleva más de 15 en asuntos musicales. Se le puede seguir el rastro junto a Ray Lema o Papa Wemba. Quienes le vieron abrir algunos conciertos de Manu Dibango con una balada aún recuerdan la tremenda impresión que les causó.

Un estribillo en español

Pascal Lokua Kanza cantó en wolof, lingala y suajili; un poco en francés e inglés, y hasta un estribillo en español. Trae la magia de aquellas noches de su infancia con los amigos en círculo alrededor del fuego. Y convierte en cómplice al público haciéndole cantar a menudo.Los nuevos temas son tan buenos o más que los mejores de su disco, lo cual promete bastante. Dijo el maestro de ceremonias a que ésta es la música africana del futuro. Y probablemente tenga razón. Aunque también es la del presente porque podemos ya disfrutar con ella. Sin tener que esperar.