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Un premio de lotería desata nuevas polémicas acerca de la prensa en el Reino Unido

Debate sobre el derecho al anonimato

Un premio dotado con una suma equivalente a 3.500 millones de pesetas, obtenido por un emigrante indio en la lotería británica, ha desatado la polémica entre los diarios populares y el consorcio organizador del sorteo, que consiguió un dictamen judicial para evitar que se haga público el nombre del afortunado.El ganador del premio había solicitado el derecho al anonimato al consorcio Camelot, organizador del juego, al descubrir que era el único acertante del sorteo Celebrado el sábado pasado y, de la noche a la mañana, una de las 1.500 personas más ricas del Reino Unido.

El consorcio obtuvo el martes un fallo judicial por el que se prohíbe la publicación del nombre del afortunado, aunque dos de los diarios populares británicos de mayor tirada, The Sun y el Daily Mirror, han anunciado ya que apelarán la prohibición.

Según el director de The Sun, Stuart Higgins, el periódico apelará la resolución "no porque queramos publicar el nombre de la persona, sino para defender lo que creemos que debe ser un derecho básico a la libertad de expresión".

El portavoz de Interior de la oposición laborista, Jack Straw, acusó ayer al consorcio Camelot de haber proporcionado pistas a la prensa para que averiguara la identidad del acertante y solicitó una investigación sobre el comportamiento del consorcio. También anunció la presentación de una queja ante el órgano supervisor de la ética periodística en el Reino Unido.

El diputado conservador Michael Fabricant, por su parte, acusó también a la prensa popular de estar más interesada en incrementar sus ventas que en actuar de modo responsable. En la carrera por obtener los datos del ganador del premio, The Sun había llegado a ofrecer una recompensa de 15.000 dólares (casi dos millones de pesetas) a quien proporcionara información para identificar al millonario.

Ese mismo periódico ha publicado en primera página una foto del domicilio del ganador, en que la silueta de la casa aparecía ensombrecida, junto con la palabra "censurado". Asimismo se han publicado múltiples detalles personales acerca del ganador, incluido el importe del sueldo que, como trabajador de una planta química, recibe quien ahora goza de una fortuna personal comparable a la de la Reina madre.

Antecedente en España

Un caso muy similar se produjo recientemente en España, cuando un inmigrante ganó un premio de lotería de 2.372 millones de pesetas. Durante quince días, los medios de comunicación intentaron averiguar su identidad. Al cabo de ese tiempo se supo, a través de la Administración, que el afortunado quería destinar la mayor parte del importe del premio a instalar residencias de acogida de inmigrantes.A diferencia de lo sucedido en el Reino Unido, ni los medios de comunicación españoles llegaron a ofrecer elevadas recompensas para conocer la identidad del ganador, ni nadie pidió resoluciones judiciales para proteger el derecho a la intimidad del millonario. Tampoco los políticos se plantearon problemas respecto a la publicación de datos que el interesado trataba de mantener bajo reserva.

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