Gracias a Adolfo Sánchez
Quisiera expresarle el sentimiento de gratitud que hoy late en el fondo del corazón de todos los policías municipales por ese gran gesto de Adolfo Sánchez en la mañana del día 5 de diciembre, cuando, en un alarde de hombre de bien, se echó al arcén de la M-30 para ver qué podía hacer, en una actitud positiva de ayuda. Atrapado en un coche había un señor "que le miraba y le pedía socorro con los ojos". Era un joven como él, que se hundía en las aguas del Manzanares. Una llamada a la que acudió con prontitud. Ayuda efectiva que permitió sacarle fuera. del vehículo y llevarle a la superficie y todavía le sobró frialdad y coraje para interesarse si había atrapada en el coche alguna otra persona más.
Es una pena que el esfuerzo no se viera, recompensado con la vida de la persona salvada, pero aquel joven estaba ya muy mal a consecuencia del accidente. Un joven que resultó ser un policía municipal que en aquellos momentos, libre de servicio, era un simple, ciudadano. Un ciudadano que ese día descansaba precisamente de ayudar a los demás y que, paradójica y trágicamente, necesitaba en ese momento ayuda, la ayuda que Adolfo estaba en condiciones de darle.
Cuando hay gente que se acobarda ante un tirón del bolso a una pobre vieja, cuando hay gente que pasa de largo ante los accidentes, cuando hay gente que abuchea la labor de los que ayudan, cuando hay cierta falta de solidaridad, gestos, como el de Adolfo Sánchez hacen que dentro de los demás salte una chispa especial, una emoción profunda, un recuerdo de lo bonito que es ayudar a los demás, sentir la adrenalina a tope en beneficio de los semejantes.
No cabe duda que somos sensibles con los que padecen lejos de nosotros, pero a veces esa humanidad y sentimiento se olvida con los que están a nuestro lado y también padecen.
Nos olvidamos de los que viven en nuestro bloque y no descansan por nuestro ruido, de esos que quedan cerrados por un coche en doble fila que nosotros hemos dejado, de los que se han caído al suelo delante de nosotros.
Afortunadamente, nuestra sociedad no es insensible. Afortunadamente, hay cada vez más. gente como Adolfo, que da un paso al frente para ayudar.
Adolfo Sánchez dice que es aficionado a los deportes de riesgo. Probablemente se dedica a hacer puenting o actividades similares que liberan tensiones y dan cauce a la vitalidad de sus practicantes. Cauce que pudo ser determinante para atreverse con el riesgo de tirarse al Manzanares en provecho de otra persona.
Permítame que felicite y agradezca a Adolfo su gesto de solidaridad con sus semejantes. El hecho de que se tratara de un joven policía municipal hace que, lógicamente, sus compañeros seamos más sensibles por ello. Pero Adolfo no lo sabía, ni hacía falta. Allí sólo había alguien anónimo, alguien que le necesitaba, que le pedía. ayuda con los ojos y usted se la dio.
En nombre de la Policía Municipal y de la familia del fallecido, gracias.-
Oficial Jefe de Relaciones Externas de la Policía Municipal.
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