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Marco se encastilla en la presidencia de Aragón pese a las críticas internas

La ejecutiva regional del PSOE en Aragón se pronunció mayoritariamente por primera vez contra su líder y presidente autonómico, José Marco, durante la reunión que se prolongó hasta la madrugada del sábado y que contó con la presencia del secretario federal de organización, Cipriá Ciscar. Marco insistió en su negativa a abandonar la presidencia, mientras los críticos intentan que su salida del cargo no sea forzada, con el fin de "no facilitar su atrincheramiento en el partido".

Marco ha sido obligado, sin embargo, a aceptar la tutela de los tres secretarios provinciales (dos de ellos contrarios a su continuidad. y un tercero en permanente duda entre sus Manifestaciones ante la dirección nacional y las presiones de los marquistas) en las decisiones estratégicas y en la elaboración de las listas electorales para los comicios autonómicos del próximo mes de mayo. De todo ello se deberá dar cuenta permanentemente a los órganos federales, que no desean intervenir directamente para respetar la autonomía interna de cada organización.

Amenazas

El comité regional (único órgano que aún mantienen en su poder los marquistas gracias al peso de la provincia de Zaragoza), convocado para respaldar, una vez más, a Marco fue boicoteado ayer por el resto de los representantes. Ya en la anterior sesión, tanto Huesca como Teruel 31 una creciente representación zaragozana, se negaron a dar el apoyo al presidente. En el entorno del Jefe del Ejecutivo (en el que se halla el cuestionado alcalde de la capital aragonesa, Antonio González Trivino) se han llegado a realizar amenazas de pérdida del puesto de trabajo a quienes no voten en su línea.El propio presidente Marco convocó, antes de la reunión de la ejecutiva, un consejo de gobierno extraordinario y sin orden del día, para notificar a su equipo que la única manera de abandonar el cargo sería mediante una moción de censura. Uno de los asistentes al encuentro comentó ayer a este periódico que Marco "ha vuelto a recuperar el tono amenazante. No le importa que en lugar de que podamos seguir gobernando los socialistas, exista la posibilidad de que vuelva la derecha".

En este sentido, en el entorno de Marco se insiste en que "de salir así sería una forma digna, podrían los argumentar con que somos víctimas de la pinza entre el Partido Popular e Izquierda Unida, reforzada aquí por el Partido Aragonés (Par)". Se concluye, además, que "Izquierda Unida no puede apoyar la moción de censura presentada por el Partido Aragonés [que se debatirá los días l4y 151. No pueden volver a poner en la presidencia a Emilio Eiroa cuando ellos le echaron", negándose a analizar el fondo de la cuestión: el descrédito de Marco y la "sangría" en el apoyo a los socialistas de Aragón.

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