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10.000 refugiados se apiñan en Bihac sin agua ni comida

Casi 10. 000 refugiados se apiñan sin agua ni comida en la llamada zona segura de Bihac mientras el secretario general de las Naciones Unidas, Butros Butros-Gali, llega hoy a Sarajevo para intentar que los combatientes acepten un inmediato alto el fuego en el enclave musulmán, donde cae un proyectil cada cinco segundos, y mantener las "condiciones mínimas" de la presencia de los cascos azules en Bosnia. Aunque los combates en el enclave cercado por los serbios bosnios se estabilizaron ayer, los observadores de la ONU alertan sobre la desesperada situación de los desplazados."Las autoridades de Bihac son conscientes de la superpoblación de la ciudad, con una estimación de hasta 10.000 refugiados", indicó un portavoz de la ONU en Sarajevo, "pero sólo algunos han conseguido alojarse en casas de familiares mientras la mayoría sigue en plena calle, con poca ropa y bajo el fuego de los morteros". Seis civiles murieron ayer y casi otras cien personas resultaron gravemente heridas en los bombardeos que sufrió el enclave musulmán, según fuentes musulmanas.

Entre tanto, Butros-Gali tiene previsto presentar hoy en Sarajevo a las partes en conflicto las "condiciones mínimas" para mantener la actividad de las, Fuerzas de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor), según anuncié ayer un portavoz de la ONU. "En concreto, intentará obtener un cese inmediato de las hostilidades" en Bihac.

Una delegación del Grupo de Contacto (Estados Unidos, Rusia, Francia, Alemania y el Reino Unido) llegó ayer a la capital bosnia para entrevistarse con el Gobierno del presidente Alia Izetbegovic, tras haber visitado Belgrado. Los representantes de las grandes potencias insistieron en que el plan que ofrecieron el pasado verano, que supone la partición en dos mitades de Bosnia-Herzegovina, no va a ser alterado para hacer concesiones a los serbios.

Crisis en la OTAN

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Mientras, Robert Dole, líder de la mayoría republicana en el Senado norteamericano, logré ayer irritar a los embajadores europeos en la OTAN. Dole reiteró en una reunión mantenida con los diplomáticos en la sede central de la Alianza Atlántica, en Bruselas, sus polémicas posiciones: inmediato levantamiento del embargo de armas a Bosnia, inmediata retirada de los cascos azules y finalización de "la estrategia de doble llave" que exige una decisión concurrente de la ONU y de la OTAN, informa Xavier Vidal-Folch.

Para el político republicano, lo ideal sería la concentración de toda la respuesta en manos de la Alianza Atlántica y endurecerla. Sabedor de que su posición no tiene eco entre los aliados europeos, Dole manifestó, sin embargo, su adhesión a la OTAN.

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