Rojo cree que la inflación no podrá situarse en el 3,5% previsto por el Gobierno para finales del año próximo

El Banco de España ha hecho gala de su autonomía recién estrenada. El gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, dijo ayer claramente en el Congreso de los Diputados que no confía en que el índice de precios al consumo a fínales de 1995 se acerque siquiera ligeramente al objetivo formal del Gobierno establecido en el 3,5%. Rojo dijo que era posible que "en los primeros meses de 1996 la tasa de inflación, una vez absorbida la subida del impuesto sobre el valor añadido del próximo mes de enero, se coloque en una banda entre el 3,5% y el 4%".

Luis Ángel Rojo compareció ayer para explicar la política monetaria para el año próximo ante una Comisión de Economía del Congreso de los Diputados muy menguada en cuanto al número de los miembros que asistía. La sesión, que empezó a las cinco de la tarde, contó con la presencia inicial de sólo nueve diputados, a los que se fueron sumando alguno más a lo largo de la tarde. El gobernador hizo una exposición general sobre la evolución de los precios en 1994 para explicar, en líneas muy generales, lo que va a ser la política monetaria que el Banco de España desarrollará en 1995. El gobernador del Banco de España señaló que la globalización de la economía española y, sobre todo, la libertad de movimientos de capitales que ha tenido lugar en los últimos años ha provocado que los instrumentos monetarios que se han venido. utilizando hasta ahora para controlar la inflación no puedan seguir siendo los referentes básicos en 1995 y en los años siguientes.

Por eso, dijo Rojo, el Banco de España ha establecido como objetivo a medio plazo colocar la inflación por debajo del 3% dentro de tres años sin fijar objetivos anuales para el periodo intermedio. No obstante, el gobernador del Banco de España dijo que a finales de 1995, y más posiblemente en los primeros meses de 1996, la tasa de inflación, medida por el índice de precios al consumo, podría situarse dentro de una banda comprendida entre el 3,5% y el 4%. El Gobierno, en los Presupuestos Generales del Estado, establece como objetivo alcanzar el 3,5% a finales del próximo año.

Rojo explicó que el Banco de España, para analizar si la evolución de los precios se aleja del objetivo fijado, va a tener en cuenta una serie de indicadores globales entre los que destacan la evolución del IPC y sus distintos componentes, la marcha del índice de precios industriales así como de los precios percibidos por los agricultores, la evolución de la negociación salarial y de los márgenes empresariales y también, aunque con una medida a medio plazo, la cantidad de dinero en circulación en sentido amplio. Rojo, que señaló la pérdida de importancia de los activos líquidos en manos del público como indicador de referencia para prever la evolución e los tipos de interés, dijo que, no obstante, este indicador "sí tiene vigencia cuando se trata de medir la evolución de la inflación en un plazo de tiempo más prolongado que un año". Por eso, el Banco de España seguirá usando este indicador a medio plazo que, para el próximo año, va a quedar establecido en una fluctuación no superior al 8%.

El representante del Partido Popular, Cristóbal Montoro, se mostró de acuerdo con el análisis que el Banco de España hace sobre las causas por las que la inflación en España se ha desacelerado menos de lo que lo ha echo en el resto de los países e la Unión Europea y señaló, junto con el gobernador Rojo, los problemas para que la tasa e inflación descienda en 1995 obre los niveles alcanzados a finales de este año.