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Rubalcaba acusa a la oposición de querer convertir el Parlamento en una gran comisaría

Anabel Díez

Los militantes socialistas de Ex tremadura han sido los primeros en recibir lo que pretende ser un nuevo impulso de su secretario general, Felipe González, y del Gobierno para que superen el desánimo que ha cundido entre sus filas por los escándalos de corrupción. Anteayer fue Felipe González, y ayer, tres ministros -los de Presidencia, Justicia e Interior, y Obras Públicas-quienes acudieron a la escuela de formación del PSOE, en Cáceres. El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, denunció a la oposición por "querer convertir al Parlamento en una gigantesca comisaría"; mientras que el titular de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, lamentó el clima de sospecha que existe en el poder político, "sin parangón con otros poderes".

Por su parte, el responsable de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, defendió más que nunca el modelo socialdemócrata frente a los conservadores.

El titular de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, escuchó de los militantes extremeños la queja de que hasta ahora se había asistido desde el partido "de manera pasiva" a los ataques de la oposición y a las acusaciones no totalmente demostradas sobre presunta corrupción en el Gobierno del PSOE.

Pérez Rubalcaba reconoció que así había sido y auguró que los ataques no han hecho más que empezar. "Cuanto mejor vaya la economía, cuanta más iniciativa tenga el Gobierno y el partido, habrá más crispación y más acusaciones", dijo.

No "al vendlador"

No obstante, Pérez Rubalcaba advirtió a los militantes extremeños que no debían de utilizar el sistema "del ventilador", ni de la sospecha infundada con respecto a los miembros de los demás partidos, al señalar que los. socialistas, aunque con ellos no se practicara, sí debían defender la presunción de inocencia.

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A pesar de estas buenas intenciones, fue duro con la oposición, a ' la que acusó de "querer convertir al Parlamento en una gigantesca comisaría".

El mensaje fundamental, no obstante, que ya lanzó el día anterior Felipe González, quien dijo que no iba a consentir que triunfara la pinza "de la derecha y los comunistas" contra el Gobierno. Pérez Rubalcaba siguió en la misma línea: "No podemos estar arrugados, debemos mantener la pelea, asumiendo lo que se haga mal, pero no pidiendo todo el tiempo perdón".

Por su parte, el titular de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, que no es militante del PSOE, hizo pese a ello una intervención en la misma línea de trasladar al partido un tono animoso. "Nada está escrito, todo está por hacer y depende de nosotros mismos", dijo. "Un grupo de sinvergüenzas nos ha hecho mucho daño, pero no podemos tolerar que se ponga7en cuestión toda la gestión de 12 años por un puñado de sinvergüenzas", añadió.

Fue el ministro de Obras Públicas y Transportes, José Borrell, quien cosechó mayores aplausos, con una intervención político-económica de defensa de los valores socialdemócratas frente al caído mundo comunista y a la oferta de los partidos conservadores. Borrell aseguró que "el sistema público de pensiones está más acorazado, es más resistente, que un sistema privado individual" de capitalización del ahorro.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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