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Cuestión de confianza

El pequeño mundo de los políticos británicos no está aún acostumbrado, después de dos años y medio de las elecciones generales, al hecho de que el Gobierno tenga una mayoría de menos del 20%. Esto hace que la vida parlamentaria sea más interesante. Obliga al Gobierno a tratar cuidadosamente con sus diputados noveles.Pero también obliga a estos diputados a sopesar las consecuencias, antes de llevar su independencia hasta la división del grupo. Si provocan la derrota del Gobierno ( ... ) en temas que son centrales para su programa, reduce su capacidad para gobernar y mina las bases de su existencia en una democracia parlamentaria. ( ... ) Ésta es la razón por la cual el Gobierno no sólo puede, sino que debe pedir el voto de confianza. ( ... )

En el caso actual, el Gobierno está en su derecho, de tratar el presupuesto de las Comunidades Europeas como una cuestión de confianza. La aprobación es necesaria para dar efecto a un acuerdo que Major negoció hace dos años, en una cumbre celebrada bajo su presidencia. ( ... )

Si el primer ministro pierde la confianza del Parlamento, tiene dos opciones: dimitir o pedir a la reina que solicite su disolución. ( ... ) El electorado sería entonces el árbitro final, un árbitro ante el cual, tal como están las cosas, pocos diputados conservadores están ansiosos por encontrarse prematuramente. Major puede, por tanto, esperar tranquilo el voto de confianza.

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25 de noviembre

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