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Socialdemócratas y democristianos pactan un nuevo Gobierno de coalición en Austria

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La coalición gubernamental austriaca anunció ayer la formación de un nuevo Gabinete y presentó además un plan de acción para el próximo periodo legislativo. Se cerraban así 48 días de tensas y difíciles negociaciones entre el Partido Socialdemócrata (SPOE) y el Popular (OEVP), después de que ambos sufrieran la peor derrota política de su historia en las elecciones parlamentarias de octubre pasado.Las negociaciones estuvieron marcadas por el factor político más importante de Austria, el ultraderechista líder del Partido, Liberal (FPOE) Joerg Haider. Con su ascenso electoral hasta un 22,6% de votos Haider hizo tambalearse a la coalición que gobierna Austria con distintas variantes desde 1945. En abierta desobediencia con la línea política del democristiano Partido Popular, Alois Mock, ministro de Asuntos Exteriores, y otros líderes regionales del mismo grupo político no descartaban una coalición con Haider.

Erhard Busek, vicecanciller y presidente del Partido Popular y, uno de los enemigos más feroces de Haider, se mostró ayer aliviado y aseguró que los resultados de las negociaciones demostraban "la sensatez, estabilidad y continuidad de la coalición". Haider, que ha expresado abiertamente su ambición de ser primer ministro en un máximo de cuatro años, advirtió que la unión política entre populares y socialdemócratas "durará un máximo de dos años". Según el líder populista, la coalición "no aprendió nada de su catástrofe electoral" efectuando sólo cambios cosméticos en las carteras ministeriales y en el plan de gobierno.

Franz Vranitzky, el primer ministro socialdemócrata, puntualizó ayer que una de las metas prioritarias del nuevo programa era "el trabajo de reparación en el sistema político". Vranitzky se refería a los exagerados privilegios y corruptelas de funcionarios de la socialdemocracia que fueron denunciados por Haider en la campaña electoral.

A primera hora de la tarde de, ayer no se habían hecho públicos los nombres de los ministros que iban a ocupar las 16 carteras, pero la socialdemocracia mantiene ocho cargos, incluyendo el primer ministro, y el Partido Popular conservó siete, incluyendo al vicecanciller.

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