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El dividendo de 50 milIones de Talleres Palomino se lo llevó CAE, y no el cuñado de Felipe González

Control y Aplicaciones (CAE) fue la que cobró 50 millones de pesetas de dividendos de Talleres Palomino a finales de 1989, y no el cuñado de Felipe González. La empresa CAE compró Talleres Palomino por 310 millones en septiembre de 1989 y a finales de ese mismo año contabilizó como ingresos los 50 millones de dividendos citados, según la auditoría de esta sociedad elaborada por Deloitte & Touche en 1989. Este dato supone que, en el momento de su venta, Talleres Palomino tenía unos fondos de unos 48 millones, superiores a los 18 millones que luego figuraron en su balance a 31 de diciembre. Por tanto, no estaba en quiebra ni antes ni después de su venta.

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La circunstancia de que fuera el comprador (CAE) y no el vendedor (Francisco Palomino) quien obtuvo estos beneficios de Talleres Palomino contradice las reiteradas afirmaciones del diario El Mundo, como la recogida en su editorial del día 19 de noviembre, que aseguraba que la empresa estaba en quiebra y que Palomino se embolsó 50 millones de "infundado" dividendo.En 1989, Talleres Palomino, la sociedad que administraba Francisco Palomino, cuñado del presidente del Gobierno, generó unos beneficios antes de impuestos de 88.143.000 pese tas. De esta cantidad, 28.684.000 pesetas se destina ron al pago del impuesto de so ciedades y los 59.459.000 pesetas restantes fueron los beneficios netos (ver cuadro 1). Con base a estos beneficios, CAE percibió 50.000.000 pesetas en concepto de dividendo y los 9.459.000 pesetas restantes quedaron en la sociedad como reservas. De esta manera, los fondos propios, es decir el valor neto patrimonial de la sociedad, a fines de año era de 18.505.000 pesetas.

Reconstrucción del balance

La reconstrucción de esta partida del balance, descrita en la auditoría, es la siguiente: 4.500.000 pesetas de capital social, más 4.546.000 de reservas, más 59.459.000 pesetas de beneficios netos, menos 50.000.000 de pesetas de dividendos. Como los dividendos fueron contabilizados por el nuevo propietario a fines de 1989, en el momento de la venta -septiembre del mismo año- los fondos propios eran superiores, ya que se habían generado beneficios, pero todavía no se habían descontado los dividendos. Para determinar la cuantía de los fondos propios en el momento de la venta, los expertos consultados añaden a los nueve millones de capital más reservas existentes, los beneficios generados durante los ocho primeros meses del año: 39.639.330 (suponen que los beneficios se han generado de forma uniforme a lo largo del ejercicio). Así, los fondos propios teóricos en el momento de la venta (capital más reservas más beneficios generados hasta septiembre) ascenderían a 48.685.330 pesetas.

La auditoría de CAE de 1989 en su página 14 reproduce un cuadro de las inversiones financieras de la compañía. En él figura la participación de Talleres Palomino (Tapsa) con un valor de la inversión de 310.564.000 pesetas y un saldo a cobrar de 51.120.000 pesetas, partida en la que se incluyen los 50 millones de dividendos, según los expertos consultados (cuadro 2).

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En la página siguiente, la auditoría señala que los dividendos recibidos por CAE procedentes de sus filiales suman 100 millones. La mitad proceden de Talleres Palomino, lo cual evidencia también la aportación que significó para CAE, que aquel año obtuvo unos beneficios de 555 millones. Por otra parte, resulta difícil sostener que una empresa que repartía beneficios y por los que pagaba 28 millones de impuestos estaba en "quiebra técnica".

La situación patrimonial de Talleres Palomino está claramente descrita en los balances de la sociedad presentados respectivamente en el Registró Mercantil de Sevilla en julio de 1990 y en junio de 1991. El primero, con un activo y pasivo de 370 millones, elaborado según el anterior plan de contabilidad, y el segundo con un activo y pasivo de 472 millones, según el nuevo plan. La diferencia es que el segundo incluye las letras de cambio, como establece el nuevo plan. Pero en ambos los recursos propios son de 18 millones.

Una lectura atenta de la auditoría de CAE de 1990 confirma esta misma valoración del patrimonio de Talleres Palomino. En la página nueve de este documento contable se describen las participaciones financieras de CAE (cuadro 3). Entre ellas figura Talleres Palomino con 5 millones de capital social, 46 millones de reservas y un resultado en el ejercicio de 1989 de 88 millones de pesetas. La cifra negativa de 46 millones es el resultado de restar a las reservas existentes de 4,5 millones los 50 millones de dividen dos cobrados por CAE. Pero estas reservas negativas de 46 millones hay que compensarlas con 5 millones de capital social y 59 millones de beneficio neto (88 millones de bruto menos 29 millones de impuestos). En definitiva, también la auditoría de CAE de 1990 confirma que los fondos propios de Talleres Palomino a 31 de diciembre de 1989 eran de 18 millones. Esta coincidencia no es casual puesto que tanto CAE como Talleres Palomino han sido auditadas y sus cuentas conciliadas entre sí por Deloitte & Touche.

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