Una treta legal permite a un edil recoger la basura de Bustarviejo
Las basuras urbanas de Bustarviejo (1.300 habitantes) están revueltas. Los camiones de recogida de la Agencia de Medio Ambiente no pasan por el pueblo, desde hace dos semanas, porque el Ayunta miento, gobernado por el PP, ha rescindido el convenio. La oposición mantiene que el Ayuntamiento ha roto el acuerdo para favorecer a un concejal.Entender cómo y quién recoge los 92 contenedores de basuras de Bustarviejo (50 en el casco urbano y 42 en los alrededores) no es tarea fácil. Hasta la semana pasada, los cubos de basura de los extrarradios eran vaciados por la empresa Browning Ferris, a quien la Comunidad pagaba 13 millones de pesetas y el Ayuntamiento un millón.
Los contenedores del centro son retirados por un camión de la mancomunidad de servicios de Bustarviejo y La Cabrera, propiedad de Crisanto Baonza, al que se le abona siete millones y medio de pesetas. Aquí, según la oposición socialista, comienzan las irregularidades.
'Número seis' del PP
Todo comenzó en julio de 1992, cuando la mancomunidad, de la que era presidente el alcalde de Bustarviejo, Julio De Mateo, del PP, adjudicó la contrata del casco urbano a Vicente Redondo, número seis de su candidatura, mediante concurso público por un precio superior al del pliego de condiciones.En agosto de ese año, el alcalde reconoció la irregularidad. Andrés Pereira, concejal socialista, relata lo que sucedió después: "El alcalde decidió una nueva adjudicación provisional y directa a favor otra vez de Redondo".
En noviembre, el concejal del equipo de gobierno, Julio Moreno, dimitió por considerar que todo era irregular. Interpuso una denuncia contra el alcalde por "prevaricación, falsedad y malversación de caudales públicos". Al abandonar el gobierno, fue sustituido por Redondo.
Pereira relata: "Redondo, para no cometer un delito [un concejal no puede ser adjudicatario de una contrata municipal], traspasó el negocio a su empleado, Crisanto Baonza. Desde entonces, se hace pasar por su asalariado". Redondo, que es también gerente de una empresa de suministros, replica: "No hubo ninguna irregularidad. Baonza me contrató como trabajador. Me paga 97.000 pesetas".
En agosto de este año, el problema de la retirada de basuras se complicó un poco más. El Ayuntamiento rompió el convenio con la Comunidad para recoger los 42 contenedores de los extrarradios. "El servicio era caro y ínalo", dice el alcalde.
Browing Ferris, hace dos semanas, se llevó todos sus contenedores. Los vecinos de los extrarradios tuvieron que guardar la basura durante días en sus casas. La contrata de Baonza, en la que trabaja Redondo, recoge desde entonces la totalidad de la basura del pueblo.
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