Obiols garantiza que el PSC no usará os escándalos para erosionar a CiU
Los socialistas catalanes no utilizarán los escándalos que han sacudido al Gobierno de la Generalitat como arma política contra Convergéncia i Unió. Así se lo expresó ayer el primer secretario del PSC, Raimon Obiols, al presidente Jordi Pujol. "Nuestro adversario no es CiU, sino la corrupción, que es el principal enemigo de la democracia junto al terrorismo", señaló Obiols tras entre vistarse con Pujol. "Todos he mos de contribuir a normalizar la vida política, excesivamente crispada, con un esfuerzo de transparencia. Y pidiendo, responsabilidades cuando esté claro a quién hay que exigir las", agregó. Pujol matizó sus polémicas declaraciones de que España corre el peligro de una "fuerte confrontación civil". "Confrontación", señaló el presidente de la Generalitat, "no significa guerra. Lo que quise decir es que hay un incremento muy alto de la tensión en la vida política y civil. Yo creo que en la vida política es evidente que sí hay confrontación, pero quizá no en la vida civil", matizó."Lo que sí hay es un creciente desprestigio de las instituciones. Después de estas embestidas, estos enfrentamientos duros en lo político, las encuestas demuestran que todos los partidos bajan. Y no hay duda que es un mal servicio a la democracia", agregó el líder nacionalista.
Los socialistas catalanes llevan tiempo distanciados de la oposición dura del resto de las fuerzas parlamentarias catalanas -populares, ex comunistas y republicanos-, lo que les ha costado reproches, sobre todo de Rafael Ribó, presidente de Iniciativa per Catalunya.
Obiols precisó ayer la posición del PSC: "Queremos evitar el deterioro de la vida política, queremos evitar tensiones innecesarias y absurdas. Estamos en contra de las irregularidades en la vida pública, pero también de la utilización partidista de éstas como armas arrojadizas para erosionar al contrario. Sólo con la corresponsabilidad regeneraremos la vida pública", señaló. "
[Los socialistas] Hemos valorado como respuesta positiva la dimisión de Cullell y creemos que hacen falta respuestas contundentes en otros casos", añadió Obiols. Pero si las explicaciones son satisfactorias, se hace propósito de enmienda y se actúa con mano dura contra aquellos casos individuales que lo merezcan, entonces los socialistas se darán por satisfechos: "No buscamos perjudicar a ningún partido, no buscamos la erosión, sólo combatir la corrupción allí donde se produzca", dijo el líder socialista.
Pujol desconfía de estas buenas palabras de quienes cree lobos con piel de cordero y sospecha que algunos dirigentes socialistas (Pasqual Maragall y Narcís Serra, en particular) alimentan las embestidas contra CiU. Y el domingo les lanzó una advertencia: si se comprueba que están detrás de los ataques a su gente podría acabarse la colaboración con el Gobierno central. Ayer le transmitió su quejá a Obiols por este supuesto doble juego. Pujol nombró ayer a Jaume Roma Rodríguez, economista de 36 años, para sustituir a Cuflel] en el Departamento de Política Territorial. Milita en CDC desde 1992 y está considerado un buen gestor.
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