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Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Regionalizar, elplaneta

LA 'APERTURA' política del mundo que ha supuesto la destrucción de la Unión Soviética está produciendo un acelerado movimiento hacia la regionalizacior, planetaria en bloques - económicos que lo son también, inevitablemente, políticos. Esos bloques, a mayor abundamiento, no tienen por qué ser perfectamente estancos, sino que se da entre ellos la doble militancia o el solapamiento de asociados, así como un flujo de relaciones de variable Intensidad.El ejemplo más a la Vista es el del APEC, agrupación de 18 países ribereños del Pacífico, que recientemente ha anunciado en Yakarta grandiosos- planes de liberalización económica, así como de cierta coordinación política entre sus miembros. El grupo de naciones del APEC incluye, notablemente, a Estados Unidos, China y Japón, junto a otros apetecibles socios comerciales como México o Indonesia, y algunos de los tigres del desarrollo asiático, como Singapur o Malaisia. Su propósito de alcanzar una plena liberalización comercial interna para el 2020 no dejaría de tener consecuencias políticas en la medida en que debería reducir, por ejemplo, diferencias competitivas entre China y Japón o entre Estados Unidos y Japón.

De la misma forma, y con todos los obstáculos que tal empeño plantea, la Unión Europea tiene un calendario preciso para dotarse de una. moneda única, una defensa y una política exterior cuando menos coordinadas, y, sobre todo, un apetito de extenderse al Este, que la habrán de, convertir, aun sin eliminar la total soberanía de los Estados miembros, en un factor de poder internacional que hoy no lo es todavía. y

Agrupaciones más puramente económicas, como la del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, - México y Canadá, o el Mercosur, centrado en tomo a las dos grandes economías del Cono Sur, Brasil y Argentina, también implican alineamientos que muchas veces son tan significativos por lo que dejan fuera como por lo que incluyen.

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El último proyecto en el que economía y política Se superponen con tantas posibilidades como incertidumbres es el plan de creación de un mercado común que abarcaría desde el Próximo Oriente, al norte de África, con Israel y Palestina en su propio centro motor y receptor. Sin -una paz establecida en Tierra Santa, sería ridículo pensar en su eventual realización.

Los acueros del GATT y la Ronda Uruguay son, naturalmente, una especie de coronación de todos esos agrupamientos más sectoriales, con sus propósitos de eliminación de peajes internacionales a una escala de hasta 118 naciones del planeta.

Esta regionalización de las líneas de fuerza políticas y económicas, en cuyo contexto no habría que olvidar a la propia OTAN, construye. espacios tanto como crea vacíos. ¿A qué bloquease va a adscribir la ya citada URSS? ¿Es un cliente futuro de la Unión Europea? Ya hemos visto, sin embargo, que es ambición de entrar en la organización atlántica es un amor mal correspondido. ¿Qué va a pasar con África? En medio del desinterés mundial, el grupo de naciones de Lomé sestea en el subdesarrollo, y la OUA, la organización puramente política del continente, es un espectro que acabó de esfumarse cuando se extinguió la no ción de no alineamiento. No sólo no es que el que se mueva no sale en la foto, sino que el que no se mueva a tiempo no va a encontrar acomodo para salir en las fotografías del futuro. Y todo ello resulta positivo, con los reparos que ausencias o desencasillamientos puedan suponer. Un mundo regionalizado en la interrelación más estrecha es un mundo más articulado, dotado de las mejo.res razones para la cooperación planetaria. Bloques quiere decir competencia, pero, ni mucho menos, enfrentamiento.,

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