Máxima alerta policial hoy en Madrid ante el 20-N

La policía de Madrid está en "estado de máxima alerta" desde el viernes ante los actos de celebración, hoy, 20 de noviembre, del 90 aniversario de la muerte de Francisco Franco y el 58º de José Antonio Primo de Rivera. Pese a que la conmemoración se considera "descafeinada", se desplegarán más de 1.000 agentes en las calles.El mayor peligro está en la coincidencia a la misma hora y muy cerca de una protesta anarquista y la concentración ultraderechista de la plaza de Oriente. El año pasado participaron 1.200 personas en la primera y 3.000 en a segunda. Grupos aislados chocaron en las calles. Resultado: 10 heridos y 28 detenidos.

La policía no espera que se produzcan incidentes, pero sí teme que "el reflujo neofascista de Europa" se refleje en Madrid, con grupos de cabezas rapadas buscando bronca. No obstante, las fuerzas de seguridad no creen que vaya a haber un desembarco de neofascistas extranjeros.

La mayor preocupación policial está centrada en la coincidencia -como ocurrió el año pasado- de los dos actos. Justo al mediodía comienza el plato fuerte de la conmemoración de la muerte de Franco y de José Antonio Primo de Rivera: la concentración, convocada por la Confederación Nacional de Hermandades y Asociaciones de Ex Combatientes de España, ha venido celebrándose, año tras año, en la plaza de Oriente, que en esta ocasión se encuentra vallada en su parte central por las obras que se están llevando a cabo, lo que hace muy dificil los accesos. En este acto intervendrá el ultraderechista Ricardo Sáenz Ynestrillas. De la cercana plaza de Tirso de Molina arrancará a la misma hora una marcha "contra el racismo y la intolerancia" organizada por el Sindicato de Mensajeros y la Confederación Sindical Solidaridad Obrera.

La policía tiene previsto trenzar un férreo cordón para evitar que elementos de la concentración franquista y de la marcha anarquista se enfrenten en las calles de Madrid.

Por otra parte, en la misa celebrada ayer tarde en el Valle de los Caídos participaron unas 6.000 personas, entre ellas el ex teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero, cabecilla del fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. A la salida, los participantes lanzaron gritos contra Jordi Pujol.