El enfermo ya pasea

CRECIMIENTO DEL 2% del producto interior bruto el pasado trimestre, ligera moderación de la inflación en octubre y mejores expectativas de empleo: los datos sobre la situación de la economía española conocidos estos días confirman que la recuperación es; ya algo más que una posibilidad. Esa impresión se ve reforzada por las cifras sobre inversiones en bienes de equipo, que permiten prever un mayor crecimiento en los ejercicios próximos. Tales inversiones traducen a su vez una mejora en el saneamiento financiero de las empresas, consecuencia de los descensos en los tipos de interés producidos a lo largo del año y también de la moderación salarial, que ha permitido aumentar la productividad.Pero esa misma descripción de la recuperación trasluce su fragilidad. Si no se reduce el déficit, que en términos de PIB sigue siendo el doble del objetivo marcado en Maastricht, y la inflación se mantiene casi dos puntos por encima de la media de los países más estables, subirán los salarios, por una parte, y los tipos de interés, por otra, anulando las mejoras en competitividad y colapsando el despegue. De ahí la insistencia del Banco de España en controlar esas dos variables.

Aun así, la mejoría es palpable. El elemento más significativo es que el consumo privado 3, la inversión -tanto española como extranjera- empiezan a mostrar índices positivos después de mucho tiempo con tasas negativas. Es una muestra de que las familias esperan una situación mejor en el futuro, y no ahorran tanto como hasta ahora y, por otra parte, de que los inversores destinan sus dineros a crear riqueza. La inflación de octubre mejora la tasa interanual, que se sitúa en el 4,4%, lo que permite esperar que a fin de año se sitúe en torno al 4,2%. Sería, como dijo ayer el ministro Solbes, el mejor registro en 25 años, pero quedaría lejos, de la previsión gubernamental del 3,5%, y aún más de la media de nuestros principales competidores europeos, que seguramente no superará el 2,5%. El aspecto más positivo del índice de octubre es que los servicios mantienen su tendencia a la baja, al revés que los productos industriales no energéticos.

Respecto al desempleo, el dato de octubre -29.000 parados más, frente a los 96.000 de octubre de 1993- ha sido el menos malo de los últimos cinco años. Ello ha permitido que por primera vez desde 1992 se registre un descenso en términos interanuales: hoy hay 37.000 parados menos que hace un año y, según el ministro de Trabajo, esa cifra se doblará de aquí a fin de año.