Borrell tira a la papelera el informe de impacto del nuevo Barajas y encarga otro
INMACULADA. G. MARDONESEl estudio de impacto ambiental sobre la ampliación del aeropuerto de Barajas no vale. Ya lo criticó la Agencia de Medio Ambiente de Madrid -dependiente de la Administración autonómica-, que observó graves deficiencias, como consta en sus alegaciones. A esta crítica se suma ahora la reprobación del propio Ministerio de Obras Públicas -cuyo titular es José Borrell-, responsable último de la iniciativa aeroportuaria madrileña.
La secretaria de Estado de Medio Ambiente, Cristina Narbona, ha encargado al Centro de Estudios Experimentales de Obras Públicas (Cedex) un informe que evalúe en todo su alcance el ruido en los aledaños de las nuevas pistas.
El informe conocido hasta ahora, de máxima trascendencia, para las 500.000 personas residentes en los municipios colindantes, insinuaba que el ruido se aminorará en el futuro por el mero hecho de que los aviones de los próximos años, de mejor tecnología, serán menos molestos. Ese estudio fue elaborado por Aeropuertos Nacionales y Navegación Aérea (AENA), el organismo promotor de la ampliación del recinto, que con las obras proyectadas pasará a ocupar una superficie de 850 hectáreas. La magnitud del nuevo aeropuerto y sus derivaciones medio ambientales trasciende del ámbito madrileño, motivo por el cual fue objeto de debate en la reunión del Consejo Asesor de Medio Ambiente celebrada en Madrid el pasado martes, que lo examinó junto a cuestiones como la modificación de la Ley de Costas, la Ley de Impacto Ambiental o el Plan Nacional de Aguas Residuales.
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Obras Públicas cree que no es de recibo confiar en que los futuros aviones hagan poco ruido
La Agencia de Medio Ambiente (AMA) de la Comunidad de Madrid propinó a finales de septiembre un rotundo suspenso al estudio de AENA por considerarlo "incompleto", ya que existen núcleos de viviendas que no figuran en los planos aportados. "Tiene graves deficiencias y se debe devolver al promotor para que lo complete", decía en sus alegaciones la máxima autoridad regional en materia medioambiental. No obstante, la AMA delegó en la Dirección General de Política Ambiental, dependiente del Ministerio de Obras Públicas, la decisión de considerarlo apto o no, al tratarse de una actuación estatal.Para la secretaria de Estado de Medio Ambiente, Cristina Narbona, no es de recibo presumir que la ampliación del aeropuerto no repercutirá en un aumento del ruido en las poblaciones aledañas basándose en que las nuevas tecnologías permitirán a los aviones del futuro aminorar sus emisiones de sonido. %Y si las compañías no renuevan sus flotas", se pregunta.
El estudio de AENA depositaba su confianza en que sí lo harán. "Cabría pensar", decía, "que si se duplica de aquí al año 2010 el número de viajeros (entonces 41 millones) y vuelos, pueda duplicarse igualmente el impacto de ruidos ( ... ). pero la renovación gradual de las flotas, junto a una serie de medidas reguladoras de aterrizajes y despegues, garantiza que el impacto de ruido no sólo no aumentará, sino que podrá tender incluso a mitigar progresivamente el impacto de las operaciones".
Los vecinos no se lo creen. Tampoco los ecologistas ni la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, razón por la cual ha pedido al Cedex un informe adicional. En función del análisis de sus conclusiones, "exigiremos o no a AENA información complementaria sobre las repercusiones de la ampliación del aeropuerto", señaló Narbona. Toda la documentación de la obra, incluidas las alegaciones críticas, fue remitida el pasado 18 de octubre a la Dirección General de Aviación Civil para ser evaluada.
El problema de la ampliación de Barajas radica en la escasez de espacio. El actual aeropuerto se encuentra encajonado entre poblaciones que han crecido sin que sus responsables urbanísticos tuvieran en cuenta que una instalación de esas características podría ampliarse con los años. La creación de una nueva pista -en una primera fase- afecta a una población de 500.000 habitantes de unas 20 poblaciones.
Tanto el director de Política Ambiental, Jose Ramón González Lastra, como la secretaria de Estado han expresado su disposición para colaborar, en reciprocidad con la Agencia del Medio Ambiente y para analizar el impacto del proyecto, "dejando a salvo las responsabilidades de cada institución".
El Cedex -organismo que elaborará el nuevo informe medioambiental- ha desarrollado una amplia experiencia en los estudios del ruido. Por encargo de Obras Públicas analizó las repercusiones del tráfico en la autovía M-40 sobre la colonia de San Lorenzo, cerca del recinto ferial; el efecto sonoro de la ampliación de la carretera de La Coruña (N-VI), y el de la M-30 y M-40. Los datos ofrecidos por AENA sobre la repercusión del ruido aéreo provocado en el aterrizaje y despegue de Barajas superan los 30 NEF (índice de influencia del ruido en el hombre), un límite que genera quejas individuales y colectivas.
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