Reservas de los reformistas rusos tras el nombramiento de dos viceprimeros ministros

El presidente Borís Yeltsin continuó ayer la polémica remodelación del Gabinete ruso con el nombramiento de dos vicejefes de Gobierno, que fueron acogidos con ciertas reservas por los medios reformistas radicales y que, por sus diversas características, provocan dudas sobre la futura coherencia interna del Ejecutivo.Las designaciones han recaído sobre el ministro de Comercio Exterior, Oleg Davídov, y sobre Alexéi Bolshakov, un funcionario que dirigía la empresa Ferrocarriles Rápidos, SA, promotora de un ambicioso proyecto para unir San Petersburgo y Moscú mediante un tren de alta velocidad.

Davídov, que continuará al frente de su ministerio, se encargará también de representar a Rusia en los foros financieros internacionales, donde es poco popuñar debido a su actitud proselitista para que Occidente perdone parte de la deuda exterior rusa.

Bolshakov destaca por la actividad con que ha recabado medios para su proyecto ferroviario y ha sido recomendado por el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Oleg Lóbov, un hombre de total confianza de Yeltsin.