Interior culpa a Corcuera de dejar las calles sin policía y se dispone a subsanarlo

El plan de seguridad que Interior pondrá en marcha en las ciudades el próximo enero supone incrementar, en una primera fase, el número de agentes que patrullan en las calles, pasando de los 5.098 actuales a 8.989. También prevé aumentar la cifra de coches patrulla de 510 a 762. Interior reconoce en un estudio interno que durante el mandato de José Luis Corcuera hubo una "sensible reducción" de policías en las calles, lo que ha supuesto una mayor tardanza en dar respuesta a las llamadas urgentes al 091. Un informe culpa de ello a la antigua cúpula policial, destituida por Juan Alberto Belloch.

Los ciudadanos quieren "una policía más próxima" y una mayor presencia de agentes uniformados, según se deduce de los contactos mantenidos por la policía con representantes de 3.800 colectivos vecinales. Para eso, la Secretaría de Estado de Interior se dispone a redistribuir los efectivos adscritos a los radiopatrullas de los Grupos de Atención al Ciudadano (GAC); agregar a esta tarea a 200 agentes, que dejarán de prestar servicio en las prisiones de Madrid-2, Sevilla-2 y Alcalá de Guadaira, donde serán sutituidos por guardias civiles; incorporar a esta misión a policías de nuevo ingreso, y aumentar y renovar el viejo parque de coches patrulla y de motos.El plan de choque para mejorar la seguridad urbana en las grandes ciudades se pondrá en marcha en dos fases: la primera, en el próximo mes de enero, y la segunda, seis meses más tarde. En la actualidad, en todas las capitales españolas hay 5.089 agentes específicamente dedicados al servicio de radiopatrullas, mientras que hace dos años había 10.380, según un informe interno de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana. Ésta responsabiliza de tan importante descenso a la circular número 83 dictada en 1992 por el entonces subdirector operativo de la Policía, Agustín Linares.

El estudio confidencial efectuado ahora por la policía revela que las brigadas de Seguridad Ciudadana de Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, La Coruña, Valladolid, Alicante, Vigo y Las Palmas "han experimentado disminuciones importantes" en sus efectivos humanos. Sobre todo en lo que se refiere a coches radiopatrullas del 091, que en casos como Barcelona, Sevilla y Málaga han sufrido en los dos últimos años una reducción del 50%, en tanto que en Madrid y Valencia el descenso ronda el 32%.

Reducción de efectivos

La policía también reconoce ahora, en contra de lo mantenido reiteradamente con anterioridad, la "importante disminución" que ha habido en la cifra de coches dedicados a patrullar por las ciudades y que son los encargados de la atención directa a los vecinos. Por ejemplo, en Madrid había 90 coches en 1992 y ahora sólo hay 55, y en Valencia había 18, y en la actualidad, 6.

El informe confidencial asesta un duro varapalo a las directrices aprobadas por el ex ministro José Luis Corcuera, y sostiene que la reducción de policías callejeros se ha debido, por un lado, al trasvase de agentes de Seguridad Ciudadana a las demás brigadas, y, por otro, a la creación de los grupos de Investigación y de Prevención de la Delincuencia, encargados de golpear sólo en los denominados puntos negros (zonas de alto índice de criminalidad).

La disminución de efectivos dedicados a la atención directa al ciudadano ha supuesto, por ejemplo, que la policía tarde unos 15 minutos en atender las demandas urgentes de los madrileños a través del 091. Esto ha deteriorado la imagen del Cuerpo Nacional de Policía, ha producido un alejamiento entre éste y la ciudadanía y ha desatado la "sensación de inseguridad" entre la población, según Interior. Los anteriores mandos policiales, con Corcuera a la cabeza, se dieron cuenta de este hecho a principios de 1993 y corrigieron el error sobre la marcha devolviendo agentes a los cochespatrulla.

Protección de personalidades

Además de la disminución de funcionarios dedicados al patrullaje urbano, la actual cúpula policial censura a su, predecesora por haber dedicado a 4.121 funcionarios a proteger edificios policiales y a otros 1.337 para custodiar viviendas de diversas personalidades. Eso supone "hipotecar en esta actividad de un 21,2% de los integrantes operativos" de las Brigada de Seguridad Ciudadana durante 1994, según el dictamen de la Dirección de la Policía.

Otro factor que influye en el deficiente servicio que presta el 091 a los ciudadanos es el mal estado de los 510 coches patrulla del tipo Z, lo que supone que en ciudades como Madrid o Barcelona estén habitualmente la mitad averiados o fuera de servicio, según la desalentadora radiografía hecha por encargo de la viceministra de Interior, Margarita Robles. En los próximos años está previsto incrementar en 252 unidades el parque de coches patrulla (las populares lecheras).

La primera fase del plan de choque para mejorar la seguridad, que se iniciará en 11 grandes ciudades, tiene los siguientes "objetivos específicos": incrementar en un 60% el número de policías dedicados a atención directa a la población, disminuir en varios minutos el tiempo medio de respuesta a las llamadas urgentes al 091, aumentar en un 30% los coches patrulla, elevar el número de agentes en moto e incrementar las patrullas peatonales en los cascos antiguos y en las zonas comerciales de las capitales.

Con el fin de poder contar con funcionarios para dedicarlos a la atención al ciudadano, Interior reducirá a la mitad el número de integrantes de los Grupos de Prevención de la Delincuencia, que se ocupan de las zonas con mayor índice de criminalidad.

Los integrantes de estos Grupos de Prevención de la Delincuencia, que son el emblema de la etapa del anterior subdirector operativo de la Policía, Agustín Linares, actuaban de forma concentrada en lugares concretos, "en detrimento de una cobertura más globalizada", según el diagnóstico de la actual cúpula policial. Y ésta resume así su opinión sobre lo que se hacía hasta ahora: "Frente a los servicios de patrulla, que responden a un modo de funcionamiento caracterizado por la presencia y la prevención, se da preeminencia a las actuaciones concretas y puntuales".

El plan de choque que ultima la Secretaría de Estado de Interior pretende lograr "una coordinación efectiva" con las diferentes policías- municipales, estudiando una posible interconexión de sus respectivas centralitas (el 091 y el 092) para atender mejor así las llamadas urgentes de los ciudadanos.

Diversas fuentes policiales coinciden en que el principal problema del nuevo plan reside en la escasez de personal. Madrid, Barcelona, Valencia y Las Palmas, por ejemplo, tienen actualmente un déficit del 25% en sus plantillas, debido a que estas plazas no son solicitadas por los agentes, quienes prefieren vivir en ciudades más cómodas y donde el coste de la vida sea menor.