Canal + Francia inicia grandes proyectos en su 10º cumpleaños

La bandera negra ondeaba ayer en la sede parisiense de Canal +. Los piratas se habían apoderado del edificio y reinaba un mundo al revés: las secretarias desayunaban en la mesa del director general, mientras a éste se le daba a elegir entre pasar el aspirador o saltar al vacío. Era una manera festiva de recordar que, diez años atrás, la cadena había comenzado sola contra todos, única privada, de pago y codificada en un universo dominado entonces por la televisión pública, y que durante su primer año de vida nadie creía en el proyecto, las deudas se acumulaban y los abonados escaseaban.El 10º aniversario de Canal + coincide con un momento de inflexión importante de la empresa francesa. Por primera vez los beneficios disminuyen ligeramente y, al mismo tiempo, se abre un nuevo frente de batalla internacional: el de la distribución de programas a través de canales de satélite que utilizarán la compresión digital.

Las previsiones de Canal + apuntan a un cierre del ejercicio de 1994 con una cifra récord de negocio, del orden de los 9.000 millones de francos (unos 220.000 millones de pesetas) y beneficios de casi 900 millones de francos (22.000 millones de pesetas), que parecen pocos si comparan con los 1.202 millones de francos de 1993.

Pero la realidad es que Canal + acaba de invertir grandes cantidades en diversas áreas. Por un lado, ha internacionalizado sus proyectos: se ha asociado en Alemania con el grupo Bertelsmann, un país en que 16 millones de hogares reciben la televisión por cable, lo cual facilita el futuro de un canal de pago. También es socio importante de sus homólogos en España, Bélgica, Alemania, Túnez, Senegal y Costa de Marfil.

Una segunda gran área de inversión es el satélite: la digitalización abre las puertas, al multiplicar los canales, a los grandes difusores extranjeros. Los norteamericanos Time Warner y CNN tienen previsto invadir el mercado europeo. Canal +, comprando canales en los futuros satélites Astra 1E y Astra 1F, que serán lanzados en 1995 y 1996, dispondrá de vías para emitir simultáneamente hasta 36 programas.

Triple reto

En definitiva, al cumplir 10 años, la más rentable de las televisiones europeas se enfrenta a un triple reto: aumentar su presencia en el mercado europeo y mundial; asegurarse la alimentación audiovisual produciendo, coproduciendo o controlando de manera indirecta la fabricación de imágenes; e imponer su tecnología para descodificadores.Para Michel Thoulouze, director general adjunto, "nuestro objetivo es la creación de canales europeos". El presidente de la sociedad, Pierre Lescure, añade por su parte: "El público nos quiere por nuestros espectáculos, pero no nos querrá nunca por nuestros beneficios". Él ha defendido siempre un canal "popular y de calidad".