El Santander ejecuta su crédito a De la Rosa y se queda con el 10% del capital de la azucarera Ebro
El Banco Santander ejecutó ayer el crédito que había concedido a Javier de la Rosa para la adquisición del 10% del capital de la empresa azucarera Ebro. Estas mismas acciones garantizaban el crédito de 10.000 millones de pesetas, mediante la modalidad de la pignoración, que implica que las acciones quedan depositadas en la caja del banco. Por este motivo, al ejecutar el crédito el Santander ha puesto a la venta las acciones y, según las fuentes consultadas, las ha adquirido él mismo. Otras fuentes, sin embargo, no descartan que el banco ya hubiera alcanzado un acuerdo para la venta del paquete.La pérdida de la participación en la empresa azucarera supone un golpe muy duro para el financiero, que hasta en los momentos más críticos había abonado los intereses trimestrales, de unos 250 millones de pesetas, desde 1992. Para ello, según fuentes próximas a De la Rosa, éste habría podido utilizar incluso recursos procedentes de Grand Tibidabo. El principal del crédito permanecía aún sin devolver en su integridad.
Este golpe al patrimonio del financiero reduce asimismo los bienes que podrá embargar el juez Joaquín Aguirre. El juez del caso De la Rosa ordenó el embargo de sus bienes hasta 13.333 millones de pesetas, aunque la mayoría de los bienes que el financiero tiene declarados en España, reunidos en la Fundación Quail, se hallan hipotecados. Fuentes conocedoras de la investigación judicial precisaron que el juzgado es consciente de las serias dificultades para el embargo. El juez Joaquín Aguirre confirmó ayer la fianza por responsabilidad civil de 13.333 millones de pesetas.
La participación de De la Rosa en Ebro, empresa en la que el Grupo Torras-KIO posee el 30% del capital, fue adquirida poco antes del enfrentamiento entre el grupo árabe y el financiero, a medidados de 1992. De la Rosa compró el paquete al Santander, que ahora ha ejecutado el crédito, y firmó un pacto de sindicación de acciones con el grupo Torras-KIO que nunca fue considerado legal por el grupo árabe.
Crítica a la policía
Los incidentes ocurridos el pasado miércoles en la conducción del financiero al juzgado -entre carreras, y empujones de agentes de la policía autonómica, De la Rosa y reporteros, gráficos- han levantado numerosas críticas. Algunas coincidieron en señalar que los Mossos d'esquadra no realizaron correctamente la operación y que el juzgado no tomó medidas en los pasillos para evitar incidentes.Por otra parte, ayer continuó la ronda de declaraciones, de dos testigos ante el juez Aguirre. En esta ocasión se trataba del gerente de la clínica New Telcnon, Rubén Fernández, representante del grupo norteamericano National Medical Enterprise (NME), actual propietario del 100% del centro médico. También compareció Emilio Potis, de la firma Ernst & Young, que auditó las cuentas de Grand Tibidabo de 1992 y que ayer ratificó el informe realizado.
También se personó por error Mercedes Misol, esposa del financiero, que debe declara como inculpada el próximo lunes.
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