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EL CAMINO DE LA PAZ

La Casa Blanca presenta la visita de Clinton al presidente Asad como una inversión a medio plazo

Antonio Caño

ENVIADO ESPECIALEl presidente de Siria, Hafez el Asad, el hombre clave para la consolidación de la paz en Oriente Próximo, no fue demasiado generoso con Bill Clinton. Sus cuatro horas de conversaciones ayer en Damasco sirvieron, según el presidente norteamericano, para hacer "algunos progresos" en el objetivo de su mar a Siria al proceso iniciado ya por los palestinos y por Jordania. Pero, al menos públicamente, el mandatario sirio no dijo en esta oportunidad nada nuevo que permita pensar que un acuerdo entre su Gobierno y el de Israel esté próximo. La Casa Blanca ya había presentado la visita a Damasco como una inversión que rendirá frutos más adelante.

Para decepción de Estados Unidos, el veterano presidente. de Siría ni siquiera hizo una firme condena del terrorismo. Sin embargo, Clinton se mostró optimista. "Se han hecho algunos progresos. No puedo discutir los detalles ahora, pero estamos avanzando", declaró el titular de la Casa Blanca en una conferencia de prensa conjunta con Asad. Clinton, que quiere ser muy cuidadoso en su difícil papel de mediador y promotor de este proceso, dijo que, antes de nada, prefiere discutir con Israel los resultados de su visita a Damasco, la primera de un presidente norteamericano en 20 años.Hafez el Asad declaró que había asegurado a Clinton "el continuado compromiso de Siria con el proceso de paz" y "su seriedad en la persecución de una paz justa y global colmo una opción estratégica que asegure los derechos árabes y ponga fin a la ocupación israelí".

,El consejero nacional de Seguridad, Anthony Lake, había anticipado. que esta visita era "una inversión" y que "los dividendos llegarían un poco más tarde". Un alto funcionario norteamericano explicó, que en la entrevista entre Clinton y Asad se han producido avances sustanciosos sobre, aspectos de fondo relacionados con las perspectivas de paz, aunque advirtió que habrá que esperar algún tiempo -quizás algunos meses- para que esos avances se conviertan en resultados concretos.

La misma fuente, que no quiso ser identificada, dijo que, entre la delegación norteamericana ha sorprendido el hecho de que Hafez el Asad no condenara con más energía el terrorismo durante la conferencia de prensa. Siria sigue incluida en la lista estadounidense de países que apoyan el terrorismo internacional.

Pese a eso, Asad dijo ayer que nadie puede mencionar un sólo incidente en el que Siria respalde el terrorismo", que esa acusación está relacionada con el -Conflicto contra Israel y que el asunto ni siquiera surgió en la conversación. Clinton precisó que le había dicho a Asad que "si va a haber paz en la región y si se va a llegar a un acuerdo, entonces el apoyo a los grupos que dinamitan la paz, especialmente por medio del terrorismo, no es coherente con ese proceso".Paz por territorio

Ambos coincidieron en la necesidad de una. paz global y justa basada en las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU y en el principio de paz a cambio de territorio. Esas resoluciones piden la retirada de Israel de los territorios ocupados a los árabes a partir de 1967 y reconocen el derecho de todos los Estados de la región a vivir en paz dentro de fronteras seguras.

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Como ya había manifestado tras su primera reunión con Clinton, el pasado mes de enero en Ginebra, Asad repitió ayer que su Gobierno está dispuesto al establecimiento de relaciones normales y pacíficas con Israel a cambio de la total retirada del Golán hasta la línea del 4 de junio de 1967 y del sur de Líbano". "Aspiro a transformar la región de un estado de guerra a un estado de paz", señaló.

No quiso, sin embargo, anunciar pruebas concretas de esa voluntad ni aceptó la posibilidad de viajar proxímamente a Israel para entrevistarse personalmente con el primer ministro israelí, Isaac Rabin, una alternativa que había mencionado EE UU como vía para acelerar la negociación: "Los países que lucharon en su historia no ponen como condiciones para hacer la paz que una parte visite a la otra o que no la visite. No tenemos nada que pruebe nuestros deseos de paz, excepto decir que queremos paz".

Al parecer, ésto fue suficiente para que Clinton saliera optimista de su breve estancia en Damasco. "Creo que esta declaración va más allá de las. iniciativas públicas tomadas hasta ahora, debería dar garantías al pueblo de Israel y animar para que haya más diálogo y una mayor voluntad de perseguir la paz".

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