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Éxito del agua mineral por el mal sabor de la del grifo

Numerosos hipermercados y tiendas de Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Carabanchel y Villaverde se han quedado en los dos últimos días sin una botella de agua envasada. El mal olor y sabor del agua ha hecho que los consumidores agoten las botellas envasadas de los supermercados. A pesar de que el Canal advirtió anteayer de que el mal sabor iba a desaparecer, todavía ayer numerosos vecinos seguían percibiendo un hedor cuando abrían el grifo.

Ayer por la mañana, en una tienda de la calle de Callao de Fuenlabrada (155.000 habitantes) no quedaba ni una sola botella de agua mineral. En 24 horas se habían vendido más de 1.000 litros según uno de los empleados del híper.

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Las algas del embaIse Picadas, origen del hedor del agua

El consejero de Salud de la Comunidad de Madrid, Pedro Sabando, aseguró ayer que la alteración del olor y del sabor se produce por el aumento del número de algas en el embalse de Picadas. María Fuentes, portavoz de la empresa suministradora, reconoció que las algas en contacto con material eléctrico propiciaron el mal olor del líquido. No obstante, según Pedro Sabando, no se han encontrado datos patológicos en el agua, que tiene un PH normal y un contenido de cloro habitual, así como de nitratos, nitritós y amoniaco, en el líquido que riega los hogares de medio millón de madrileños.Piedad, una mujer de 43 años, denunciaba: "Yo no bebo del grifo mientras no desaparezca el olor, esto es una vergüenza". A continuación, un montón de mujeres repetían el mismo lamento. En Getafe, el revuelo al mediodía era mucho mayor. Los vecinos del barrio de San Isidro, Las Margaritas, Sector III y La Alhóndiga no paran de quejarse.

Según Andrés Fernández, casado y con dos niños, el olor continuaba. "Tengo un hijo de seis años y no se la voy a dar de beber". En Villaverde Alto, una mujer de 42 años, Teresa Gómez, denunció que su hija se había desmayado mientras se duchaba. "Abrimos el grifo y no había quien aguantara esa peste", comentaba enojada. Francisca, en Carabanchel, denunció a este periódico que su hijo padece vómitos desde que el pasado domingo bebió el agua. Esta mujer agregó que denunciará al Canal si su niño "sigue malo".

Mientras, el Canal sigue tranquilizando a los consumidores y continua excusándose. La empresa distribuidora mantiene que el consumo del agua no produce ningún, riesgo para la salud. El mal olor y sabor está propiciado por el uso de las conducciones del, canal del Alberche que acaban en el embalse de Picadas, que se han utilizado al emprenderse unas obras en la red habitual del embalse de El Atazar.

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