La duda de seguir en el Gobierno de Ardanza divide a los socialistas vascos

La ejecutiva del PSE-EE se encuentra dividida entre los partidarios de irse a la oposición y quienes defienden la necesidad de reeditar la coalición de gobierno con el PNV, según admitió ayer, expresamente el secretario general de este partido, Ramón Jáuregui. Los primeros, entre los que se encuentran buena parte de los dirigentes alaveses, incluido el vicelehendakari Fernando Buesa, interpretan que el fracaso del 23-0 constituye "un mandato de los electores para abandonar el Gobierno", mientras los segundos evalúan las dificultades de hacer una oposición diferenciada de IU.

Los socialistas vascos dudan si seguir o no en el Gobierno de José Antonio Ardanza. La decisión, que no será adoptada por el comité nacional del PSE-EE hasta dentro de unas semanas, resulta clave a la hora de prefigurar el Próximo Ejecutivo autonómico, toda vez que el PNV se inclina en principio por tratar de renovar la alianza con los socialistas. El lehendakari Ardanza se entrevistará a principios de la semana que viene con Ramón Jáuregui, iniciando así la ronda de consultas, y Xabier Arzalluz se desplazará próximamente a Madrid, aunque fuentes del PNV niegan que sea para hablar con el PSOE de la situación creada en Euskadi tras el 23-O.La alternativa de un Gobierno de coalición con Eusko Alkartasuna (EA), acogida con sumo interés por la formación que lidera Carlos Garaikoetxea, cuenta también con bastante respaldo en las filas del PNV guipuzcoano, en la medida en que la alianza permitiría asegurarse, dentro de siete, meses, la Diputación de la provincia y la mayor parte de, las alcaldías. Ayer, el portavoz del PNV, Joseba Egibar indicó que el electorado nacionalista "ha mandado un mensaje directo favorable a la unidad de acción con Eusko Alkartasuna", y añadió que "ahora lo que está por ver es si somos capaces de llegar a un acuerdo programático, aunque nosotros", matizó, "no tenemos preferencias ni prejuicios para llegar a un acuerdo con cualquier partido".

En su comparecencia ante los medios informativos, el socialista Ramón Jáuregui afirmó que, pese a la severa derrota, el proyecto de nuevo partido, vasco, integrador, auspiciado por la fusión con Euskadiko Ezkerra, seguirá adelante. En su opinión, el descenso electoral no es achacable al nuevo discurso ni a la nueva imagen del PSE-EE.'De acuerdo con la ejecutiva socialista vasca, el retroceso responde a una acumulación de circunstancias, entre las que figuran la fuga a IU de un "voto desafecto" escandalizado por "el clima político general que' rodea al PSOE" y el "triunfo de la polarización y devaluación de las políticas integradoras, especialmente en Alava".

Junto a estas razones,' los socialistas constatan que el electorado "no ha valorado la contribución a la normalización y la modulación del nacionalismo ejercida por el PSE-EE en el Gobierno" y "tampoco hemos conseguido movilizar la abstención, que, salvo contadas ocasiones, nos afecta especialmente en las autonómicas". De igual manera, el PSE-EE ha comprobado que, la pesar de los gestos ostensibles de acercamiento al antiguo electorado de EE, gran parte de éste sigue manteniendo una barrera ante nosotros".

Pese a que las aguas internas del PSE bajan ahora inevitable mente revueltas y hay círculos que atribuyen el descalabro a los efectos de la fusión con EE, Jauregui afirmó que el partido se en cuentra unido y que su liderazgo no ha sido cuestionado, subrayó que el primer responsable es él y apuntó que los socialistas no tomarán ninguna decisión "con la cabeza caliente".