París tendrá un 'campus' financiado por el Estado y empresas privadas
El proyecto fue un escándalo hace un año. Los profesores de La Sorbone; Jussieu o Nanterre montaron en cólera porque un país como Francia, donde la enseñanza universitaria es exclusivamente pública, pretendía construir una universidad con dinero del Estado y de empresas privadas, todas ellas relacionadas con las altas tecnologías. El proyecto ya está en marcha: empezará a funcionar con sus aulas de ingenierías y ciencias tecnológicas, comerciales y de gestión de empresas en septiembre de 1995. Se llama Léonard de Vinci.Para más inri, a la cabeza del proyecto está Charles Pasqua, duro ministro del Interior y poco simpático para los sectores progresistas, y que, en su calidad de presidente del consejo general des Hauts-de-Seine tuvo la idea de crear una universidad de élite en La Défense. La construcción del Pôle Universitarie Léonard de Vinci, está prácticamente terminada. En él, las ciencias y las tecnologías se combinarán sabiamente con las humanidades y la cultura general, y los expertos profesores llegarán de la universidad pública, pero también de la empresa privada y de la realidad económica circundante.
Allí, al final de la recta que parte del museo del Louvre, atraviesa el obelisco de la Place de la Concorde y el corazón del Arc du Triomphe desembocando en la Grande Arche de La Défense, y rodeada por los modernos edificios de múltiples e importantes empresas de tecnología punta, se encuentra la nueva universidad parisina, primer experimento francés de la unión universitaria entre lo público y lo privado, lo económico y lo humanista.
Técnica y humanismo
Porque "hay que combatir esto de que la gente sólo se especialice y, al final, se burrifique; hay que fundir la formación técnica y la humana", dice el catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid Francisco Michavila, único español miembro del consejo científico y pedagógico.Los fines de la Léonard de Vinci: que el 90% de sus 5.000 alumnos obtengan un diploma y el 100% de ellos, un empleo. Sus medios: informática, mecánica, economía, comercio y gestión y una buena dosis de literatura, sociología, lenguas extranjeras y cultura general. "Es una experiencia muy interesante", afirma Michel Bernadou, representante del área de Matemáticas. "En septiembre de 1995, empezarán el primer curso de carrera y del doctorado. Queremos que la investigación sea moneda corriente desde el principio".
Habrá becas para estudiantes españoles desde 1996, pero dependerán de que vayan bien preparados en idiomas extranjeros y de que haya empresas españolas que, en combinación con las francesas, se arriesguen a invertir en la formación de españoles. La matrícula rondará entre las 200.000 y las 300.000 pesetas.
Se eligió el distrito de Nanterre -donde se encuentra la un¡versidad pública desde la que Daniel Cohn Bendit lanzó sus primeros dardos contra el sistema, poniendo la semilla del Mayo 68- porque allí, en La Grande Arche, crecen como hongos las empresas modernas.
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